7 de abril 2020

Opinión: ¿Qué tienen en común el Coronavirus y el Cambio climático?

Florencia Balestro, economista especializada en energías renovables, analizó el impacto del coronavirus sobre la conciencia del cambio climático, en una columna de opinión para Energía Estratégica.


En las últimas semanas, una variedad de informes sobre el impacto del Coronavirus en casi todos los aspectos y sectores de la economía global han visto la luz. Por un lado, analizan las consecuencias en la economía, pasando por el comercio mundial, las industrias petroleras, farmacéuticas y hasta financieras.

Por otro, plantean dicotomías tales como la salud o la economía, el Estado y el libre mercado, economías occidentales vs orientales, crecimiento vs sustentabilidad ambiental, entre otras. Aquí lo que se pretende analizar es si podríamos entender al Coronavirus como la “avant premiere” de la crisis del cambio climático e incluso, si tendremos la capacidad de internalizar la similitud que hay entre ambos. Aquí algunas ideas:

Primero y la más evidente: ambos son un enemigo invisible. Tanto el COVID como el cambio climático tienen impactos letales sobre la población mundial; la diferencia, además de ser una cuestión de velocidad y tiempo, es que los impactos de COVID son medibles (infectados, muertos, etc) mientras que la métrica del impacto del cambio climático, si bien existe, es más complicada.

Segundo, ambos constituyen un problemática cuyo abordaje y relevancia exige incorporar una óptica transgeneracional. Mientras que los más afectados por el virus son nuestros mayores y poblaciones con problemas de salud prexistentes, el cambio climático tiene como víctimas a las generaciones futuras.

El desarrollo productivo, ritmo y escala mundial no son compatibles con el bienestar de generaciones futuras en materia social, económica y ambiental. De este modo, el COVID19 nos pone a practicar que la única solución factible para salir de esta crisis es considerar a otras generaciones a la hora de tomar decisiones sobre nuestros comportamientos diarios. Nada más cercano a lo que requiere el cambio climático.

En relación con esto, se encuentra la tercera similitud: está en nuestras manos aplanar la curva de la crisis sanitaria actual, y climática futura. Pequeñas acciones individuales como quedarse en casa, para una y prestar atención nuestras pautas de consumo de la electricidad, el agua, separar los residuos y realizar acciones de eficiencia energética, para la otra, son el verdadero engranaje del cambio.

De hecho, el Coronavirus nos recuerda que nuestras acciones individuales tienen impacto sobre la sociedad: hoy a la hora de salir consideramos el daño que podemos hacer sobre otras personas; sin embargo, a la hora de consumir, de producir, de incentivar sectores productivos que tienen un gran impacto en la sustentabilidad de la sociedad parecemos no considerarlo. ¿Es entonces una cuestión de Intertemporalidad de las decisiones? ¿Será que sólo podremos hacer la cuenta correctamente cuando los efectos estén sobre nosotros?

Simplificando al extremo la función de producción de una economía, podemos decir que cualquier sector productivo funciona con la combinación de dos bienes agregados: los que provienen de la naturaleza (recursos naturales, renovables y no renovables, entre otros) y los que provienen como resultado del accionar humano (bienes de capital, servicios, inmuebles, etc).

La intensidad del uso de ambos y sobre todo, el impacto ambiental, social y económico presente y futuro es lo que define si la economía tiene una función de producción sostenible o no. Así como la cuarentena es la manera de hacer que el desarrollo de la enfermedad sea “asimilable” para el sistema sanitario, es crítico encontrar un patrón de producción y consumo compatible con las limitaciones del planeta.

Palabras tan renombradas hoy como planificación, población de riesgo, vulnerabilidad, son igualmente relevantes para abordar el cambio climático, el cual también tienen su población vulnerable y que sin dudas gran parte será coincidente (poblaciones aisladas, de bajos recursos, sin acceso a servicios públicos, mayores de edad, entre otros).

Esta crisis mundial ha demostrado que los bienes necesarios, bienes públicos y derechos constitucionales como el acceso a la salud de calidad y servicios esenciales están últimos en la lista de prioridades cuando el sistema funciona normalmente y de los que todos nos olvidamos en el frenetismo diario.

Sin embargo, sin salud nada de lo que el sistema mundial a como funciona hoy, funciona. Sin salud caen las cotizaciones mundiales, crece el hambre, el desempleo, no es factible producir ni obtener rentabilidad. No podemos relacionarnos con las personas, educarnos como tradicionalmente lo hacemos y hasta el dinero redefine su rol.

Bueno, no es grato decirlo, pero el ambiente está valorado bastante menos que la salud tanto a nivel individual como presupuestario, es un bien público además de ser un derecho y es igual de vital para el desarrollo humano. Pareciera ser que si la pandemia puso en jaque nuestro modo de vida, una crisis climática podría tener consecuencias más severas y duraderas.

En este sentido, una analogía adicional se encuentra en la centralidad del rol del Estado como director de las acciones y políticas que marquen el camino hacia donde queremos ir como país y sociedad. La pandemia muestra cómo diferentes prioridades en las decisiones del Estado conllevan resultados opuestos y cómo el entramado productivo sectorial de los países puede ser determinante a la hora de lidiar con crisis mundiales.

Las acciones climáticas requieren de la misma coordinación y determinación, independientemente del aporte individual de la sociedad.

Para cerrar, y levantar un poco la tónica un tanto pesimista, la realidad es que tenemos tiempo, poco, pero es momento de decidir qué trayectoria queremos tomar. Tenemos la oportunidad.

El cambio climático con el COVID-19 es como Argentina con el resto de los países al inicio del virus: sabemos que va a llegar, debemos alistarnos. Podemos negarlo (Estados Unidos, Italia, Reino Unido?), podemos actuar rápidamente (Corea del sur?, Argentina?) o nos puede sobrepasar (Ecuador).

Lo más importante es entender que es el accionar individual pero conjunto y de escala mundial lo que aplanará la curva del cambio climático y el costo humanitario actual y de las futuras generaciones.

10 Comentarios

  1. Inés Albrecht

    Muy cierto !!! El vertiginoso devenir de obligaciones y ocupaciones, aveces no deja tomar conciencia de lo importante que es cuidar al planeta como nuestro hogar. Hoy, sabemos a ciencia cierta, que nuestro accionar individual influye directamente sobre la sociedad. Creo que es momento de reflexionar y actuar, desde nuestro lugar. También debemos remarcar el papel de los diversos gobiernos, quienes con sus políticas deben enseñar y guiar a a sociedad toda a cuidar al otro como a uno mismo.

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  2. cecilia giralt

    Excelente reflexión!
    Creo que lo que nos trae esta pandemia es que debemos tomar consciencia del cambio climático y que es el hombre, con su sistema de vida el que ha causado el mismo.. La humanidad toda tiene que hacer un replanteo de su consumo y del tipo de vida que estamos desarrollando.
    Parece que esta cuarentena nos invita a reflexionar sobre el futuro y lo que le estamos dejando a las generaciones que vienen.
    Este «parate» al que fuimos sometidos, nos ha mostrado como la Tierra se autogestiona y rejuvenece sin nosotros. Los humanos guardados en sus casas, hemos permitido que el planeta comenzara a sanarse desintoxicándose y de repente la vida comenzó a florecer.
    Es tiempo de valorar lo que nos es dado. Es tiempo de una reflexión profunda y personal sobre lo que la naturaleza nos regala día a día. Si queremos sobrevivir como especie, ahora es el momento de tomar la decisión y producir los cambios necesarios que nos garanticen la vida . Sin planeta no hay vida posible ni futuro. Una vez más el humano está en la encrucijada de la vida o la muerte. Vos que decidís.?

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    • Ana

      Estoy muy de acuerdo en los planteos …no voy a repetirlos…solo deseo que esto realmente nos haga tomar consciencia a todos : que para el cuidado del planeta es fundamental la tarea de cada uno de nosotros y por ende exigirle a las autoridades que cumplan con ello. Gracias

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    • Ana Reboledo

      Hola desde URUGUAY! En este mi país, a pesar de que ha llegado al gobierno una coalición de las más variadas ideologías, luego de 15 años de un saludable gobierno del Frente Amplio, las medidas tomadas frente a la inminencia en el mes de marzo de la llegada del Covid/19, han sido muy efectivas.
      Mucho más efectivas que en Argentina, donde vive mi hermana (médica ).La situación en Argentina, no fue controlada con recursos sanitarios, sino con una campaña de sembrar terror.
      Las consecuencias de las medidas en Argentina ya están siendo terribles a nivel de la salud psicológica y hasta psiquiátrica. Adolescentes con depresiones profundas, niños con pánico de salir a la calle, falta de atención médica para problemas de salud que no fueran con síntomas de Covid/19.
      El gobierno argentino, durante la cuarentena ha llegado a tomar medidas casi risibles, absurdas en la Ciudad de Bs, Aires. No se informa a la población como se ha hecho en Uruguay, de forma diaria, por parte de las autoridades del área de la salud, En definitiva, no es Argentina un buen ejemplo del manejo de una «pandemia». Le saludo cordialmente, deseando que la conciencia de la Humanidad cambie para no dañar más a nuestro planeta. Sé, porque lo hago a diario, que reciclar, cuidar el AGUA, da trabajo, lleva un tiempo extra, pero es imprescindible que se generalice.

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  3. Tomas

    La ecologia es pues una obligacion, al menos en algunos aspectos of Las aciones diarias.

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  4. Diana salas

    La naturaleza nos ha dado la oportunidad de vivir en armonía con ella, ha sido el ser humano quien no ha entendido este mensaje.
    El cambio comienza en una/o, sumando con pequeñas acciones tendremos grandes resultados.

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  5. Mario Giarda

    Excelente análisis y sus relaciones. Lo lamentable es, que no creo en el ser humano, por lo tanto, pasada esta crisis las cosas volverán a ser como antes, volviendo a depredar la naturaleza y generando más diferencias entre ricos y pobres. Esto, porque los actuales ricos tendrán la escusa que deben recuperarse, pero a costa del hambre del resto de la sociedad mundial. Todo volverá a ser como antes, desgraciadamente. Perderemos la maravilla de ver aparecer la fauna y la recuperación de la naturaleza. Rcuerden que el peor depredaror de la tierra somos nosotros los humanos. ¿Quién será capaz de cambiarlo?

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  6. BernaRDO GONZALEZ

    Hace unos días hubo un encuentro de representantes del área de energía de varios gobiernos de América al alero del BID y me dio mucha pena como mostraban las mismas cuentas del año 2019, sin considerar ningún cambio, es decir, ellos esperan al terminar seguir con sus programas viejos sin considerar que este Virus ha venido a decirnos algo con Mayúscula, siguen pensando en los resultados económicos y la generación de empleo, sin mirar que los Recursos Naturales que son las parte mas importante de esta ecuación de crecimiento económico no están siendo bien tratados y requieren que nos ocupemos de ellos en forma urgente. Sin embargo aun es tiempo para que generemos el cambio que nuestro Planeta necesita, y lo señalado por Diana Salas aunque es muy lento es un comienzo.

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  7. Aitor

    Florencia Balestro, me encantó tu artículo ya que señalas la argumentación principal con mucho sentido común hacia lo que deberíamos ser los humanos, … «nos debernos a la Madre Tierra y no la Madre Tierra a nosotros»
    Comienza por allí, el que cada humano digiera que le «hemos jugado sucio a la naturaleza» y está en cada uno entender y actuar en consecuencia a favor de la naturaleza que en última instancia es actuar a favor nuestro. Cada quien debe ser un ambientalista y convertirse en un evangelizador o si es militante de la causa y entiende que la Tierra es nuestra «Casa Común», ser Ecologista pues que es luchar por el ambiente y ésta (La Madre Tierra) se mantenga para que nos podamos mantener nosotros como especie aunque sea como criterio humano netamente interesados en sobrevivir. Pero déjame decirte que al salir de la coyuntura del Covid 19, quienes nos han enseñado que la explotación del Planeta debe seguir ya que es la manera de mantener los «beneficios» que obtenemos gracias a las leyes del mercado, ellos el Sistema, van a cambiar de opinión. Si pensamos eso, estaremos equivocados. Hay que convertirse en ECOLOGISTAS y seguir dando la batalla por la VIDA.

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    • GLoria Gomez

      El problema es el modelado económico, no es la humanidad contra la naturaleza, es el capitalismo contra el planeta. Hay luces de Esperanza con tendencias de cambio en la forma más amigable de producción, más respeto por la naturaleza menos veneración insaciable hacia la idea del dinero y su acumulación inhumana.

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