Junio 1 de 2013: fecha de gran importancia para Centro América en materia de energía; fue el día en que entró en vigencia el Reglamento del Mercado Eléctrico Regional e inició oficialmente operaciones el Mercado Eléctrico Regional centroamericano (MER).
Este reglamento, rige y regula las transacciones de energía entre los países en el mercado regional de electricidad, y constituye el instrumento normativo por cuyo medio se pone en ejecución el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC), garantizando así una operación eficiente, confiable y segura de la red eléctrica en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
El propósito fue posibilitar un incremento en las transacciones comerciales creando un sétimo mercado de energía que se sobrepuso a los mercados locales; nace entonces un cúmulo de agentes habilitados realizarán transacciones internacionales de energía eléctrica en la región centroamericana.
El Mercado Eléctrico Regional y sus organismos.
Él MER comporta toda una organización que controla y opera el mercado regional. A saber:
Unidad Ejecutora del Proyecto SIEPAC: su misión ha sido la ejecución de las cooperaciones técnicas para la ejecución del proyecto.
Comisión Regional de Interconexión Eléctrica (CRIE): responsable de regular las relaciones comerciales entre las instituciones públicas y privadas que se conectan al sistema y de fijar las tarifas. La CRIE tiene su sede en Ciudad de Guatemala.
Empresa Propietaria de la Red (EPR): entidad público-privada responsable de la ejecución del proyecto y de la operación del sistema, integrada por las empresas eléctricas de los países miembros y asociados. La EPR tiene su sede en San José, Costa Rica.
Ente Operador Regional (EOR): responsable del despacho e intercambios de energía entre países, en su calidad de administrador del mercado. El EOR tiene su sede en San Salvador, El Salvador.
Consejo Director del MER (CD MER): es la instancia que tiene por objetivo desarrollar el Mercado Eléctrico Regional (MER) y facilitar el cumplimiento de los compromisos establecidos en el Segundo Protocolo al Tratado Marco del MER, así como coordinar la interrelación con el resto de organismos regionales: la CRIE y el EOR.
Estas instancias son apoyadas también por el Consejo de Electrificación de América Central (CEAC), el cual entre otras actividades, realiza estudios en materia de planeación indicativa y de proyectos regionales de electrificación para incentivar el desarrollo de los mismos.
Estamos entonces ante un mercado que deriva más de una organización planificada y acordada entre las naciones centroamericanas, que permite una mayor estabilidad del sistema al existir entidades regulatorias, de ejecución y control con reglas claras. Sobra indicar que, desde una perspectiva normativa, el MER otorga la seguridad jurídica que sus actores requieren.
- Datos interesantes del MER según información disponible a agosto 2019
Las operaciones en el MER han venido a superar todas las expectativas que había al inicio. Veamos los siguientes datos[1]:
- Transacciones registradas en el mes de julio 2019 fue de 225.93 GWh, este volumen de transacciones es inferior al reportado en el mes anterior (209.98 GWh), hubo una tendencia hacia la alza que para julio 2019 respecto a julio 2018.
- Los países que participaron como mayores vendedores, fueron: Guatemala, país que se mantiene como principal vendedor, con un 50.2% del total de inyecciones. Entre otros podemos mencionar a Costa Rica con un 17.7%, y Panamá con 10.2%
- Los países que participaron como compradores fueron El Salvador como principal comprador con porcentaje del 68.0% de los retiros, seguido por Nicaragua ton un 16.6%, Honduras 12.0%, y levemente Panamá y Guatemala con un 3.3% y 0.2% respectivamente.
- Las transacciones realizadas en agosto 2019 en el MER representaron un 73% del total de transacciones regionales, quedando un 27% en el Mercado de Oportunidad. Del total de contratos, un 24% corresponden a Contratos Firmes y un 76% a Contratos no Firmes Físico Flexibles.
- En la curva del precio promedio diario en el predespacho por sistema eléctrico nacional se observa un comportamiento normal para los países de El Salvador (entre 77 – 126 US$/MWh) y Nicaragua (entre 95 – 117 US$/MWh) como compradores netos del MER y Guatemala como vendedor neto al MER con precios oscilaron entre los 35 y 74 US$/MWh.
- En el caso de Costa Rica los precios de predespacho nacional durante el mes de agosto fueron en promedio de 29.51 US$/MWh
Panamá experimentó precios de predespacho del 1 al 31 de agosto de 2019 que oscilaron entre 72 y 85 US$/MWh debido a que las centrales BML Carbón y Panam fueron las que más tiempo marginaron y su precio ofertado nacionalmente estuvo entre 67 y 90 USD/MWh.
Según la información disponible a 2018, las fuentes renovables representaron el 60.7% de la producción de electricidad en los ocho países del SICA[1]. Durante el 2018 continuó la instalación de plantas de fuentes renovables y por país la distribución de la producción renovable se registra de la siguiente manera[2]:
- 98,6% en Costa Rica;
- 82,7% en Belice;
- 78,3% en Panamá;
- 76,5% en El Salvador;
- 67% en Honduras;
- 61,7% en Guatemala;
- 57% en Nicaragua, y
- 15,1% en la República Dominicana.
Ahora bien, en relación con la producción de energía con hidrocarburos, la participación por país en el 2018 fue la siguiente[3]:
- República Dominicana (52%);
- Guatemala (17%);Honduras (11%);
- Panamá (9%);
- Nicaragua (6%), y El Salvador (4%). L
- Costa Rica (1%)
- Belice tan pequeña que no logra figurar dentro de las cifras de la región.
Siguiendo con los datos de 2018, el comercio de energía en el MER experimentó un incremento de alrededor del 27% siendo tres países los mayores vendedores: Guatemala con 1.675 GWh, Panamá con 312 GWh y Costa Rica con 242 GWh. Los mayores importadores fueron, consecuentemente El Salvador con 1.759 GWh, Honduras con 364 GWh y Nicaragua con 201 GWh. En esos tres países una parte de su demanda de energía eléctrica fue servida con importaciones del MER (26%, 4% y 5% respectivamente)
- Hoy y mañana para el MER
¿Ha habido avances positivos en el MER? Indiscutiblemente. ¿Se puede hablar que sea un mercado maduro? Difícilmente. ¿Se quiere llegar un mercado único en un futuro? Es una incógnita.
Cada transacción que se realiza en el mercado demuestra día con día que el proyecto está funcionando generando toda una industria eléctrica regional en donde, en sus pocos años de existencia, el liderazgo de Guatemala es claro en lo que respecta a exportación de energía y El Salvador, por su parte, el mayor importador de la región generando un cambio positivo en esta nación.
El Salvador es un caso de cambio de modelo impulsado por el MER. Para 2014, el 42% de la energía inyectada en la red provenía de fuentes térmicas lo que convertía a ese país en “víctima” de la volatilidad de los precios internacionales en los combustibles. Muy por debajo, la energía de fuente hidroeléctrica representó un 27% y la geotérmica un 22% de la matriz.
Para finales de 2018, y esto se atribuye a las importaciones de energía, el pequeño país centroamericano da un vuelco significativo. Las importaciones lideraron la lista de fuentes de inyección energética con el 27 % del total, seguida por la energía hidroeléctrica y la geotérmica con el 24 y 21 %, respectivamente. La térmica, en tanto, disminuyó a un 18.5 % del total y, aunque incipiente, la generación a partir de biomasa y tecnología solar ya aportaron juntas un 8.2 %[4]. Se espera que en este país para este año concluyan varios proyectos en marcha que aportarán a la red unos 533.38 MW provenientes de fuentes renovables como fotovoltaica, eólica, biogás y gas natural.
¿Por qué opinamos que el MER marcha a paso firme hacia su consolidación? Por dos motivos íntimamente ligados el uno con el otro: aumento de la eficiencia y baja de los costos. Con la excepción de Costa Rica, la apertura de los mercados nacionales permitiendo una mayor participación del sector privado ha impulsado una mayor eficiencia teniendo como consecuencia, un descenso en los costos de la producción.
En opinión de Echeverría Barbero “(…) la reducción de los costos de suministro eléctrico, para ver efectivamente una mejora sustancial de la productividad y la competitividad de las empresas del Istmo Centroamericano. Pero para que los beneficios del MER lleguen a todos los habitantes de los países de la región, resulta esencial que la gente y las empresas perciban que gracias a su funcionamiento pueden disponer de energía eléctrica a menor costo y la calidad del suministro mejora, reduciéndose las interrupciones.”[5]
No obstante, hay que poner aún atención a puntos en la línea del SIEPAC que sufren congestiones con mayor incidencia en horas punta afectando las transacciones físicas y el precio para determinar los valores de los derechos de transmisión así como las prioridades de transporte. Existe, por hablar de un caso, un punto de congestión importante en Nicaragua que afecta la capacidad de Costa Rica y Panamá de exportar hacia los países del norte. Otro punto a poner especial atención, según algunos, es la distorsión que se crea por las transacciones prevalentes entre Guatemala como vendedor y El Salvador como comprador.
También existe la necesidad de reforzar la voluntad política para fortalecer y llevar a otros niveles la integración de la región generando una mayor coordinación institucional. Hay que mejorar los instrumentos de seguimiento y evaluación del desempeño del MER. Por ejemplo, son históricas las críticas en contra de Costa Rica por su reticencia y lentitud para integrarse más al SICA; una muestra clara es la poca prioridad que el Instituto Costarricense de Electricidad pareciera darle a vender sus excedentes de energía estando sus exportaciones de energía eléctrica muy por debajo de Guatemala. Ciertamente los problemas de congestión en la línea de transmisión de Nicaragua representan un reto importante, sin embargo el ICE no ha mostrado una política más agresiva en cuanto a exportar energía. Al menos no públicamente.
¿Qué lecciones extraemos?
El MER, un mercado joven en donde sus actores aún están aprendiendo pero representa un paso para los países centroamericanos hacia la eficiencia en la producción de energía, la generación de riqueza y cambio sustancial en su matriz de energía.
Ha sido un vehículo por el cual los países de la región se auxilian entre sí ante la demanda de energía no satisfecha localmente teniendo como consecuencia directa que aquellos que tienen excedentes puedan colocarlos a precios competitivos; y es que la disminución de los precios de la energía ha sido uno de los beneficios de la interconexión mediante la compra de contratos firmes.
Centro América, durante todo el siglo XIX y casi todo el XX se distinguió por ser una región de producción y exportación agrícola. Café, banano, cacao, carne y otros productos agroindustriales fueron su carta de presentación, sin embargo, dado el escaso valor agregado de sus productos les impidió potencializar las utilidades.
Luego de la pacificación a partir de las postrimerías de la década de los 80, la región se fue diversificando hacia la industria de servicios como por ejemplo turismo, producción de bienes con alto valor agregado como equipo médico, software, entre otros. A partir de 2013 con el inicio de operaciones del MER, Centroamérica tiene ahora un elemento más para atraer inversión en diversos sectores.
Con la integración que hasta ahora se ha logrado, la región ahora puede ser vista como un terreno fértil, atractivo y amigable para la inversión desde el punto de vista de consumo y producción de energía eléctrica, sobre todo de fuentes renovables. La migración cada vez más fuerte y rápida hacia una matriz de fuentes renovables atrae a empresas extranjeras preocupadas por aportar su grano de arena para mitigar el Cambio Climático con el afán de generar una imagen más positiva para sus consumidores o clientes sin olvidar que, al no depender la fuente de los vaivenes de los precios del petróleo, los costos de producción no se verán afectados. ¿Hasta cuánto puede llegar el precio del barril de petróleo con la reciente crisis entre Irán y EEUU? Ciertamente la tendencia del precio no será hacia la baja repercutiendo en la producción de aquellos países cuya matriz de energía eléctrica depende de los hidrocarburos.
Además, el que las economías locales interactúen para el aprovisionamiento de energía genera una mayor seguridad energética para aquellas empresas que requieren de un suministro continuo y seguro asegurando que su producción cumpla con determinados estándares. Las empresas se benefician de pasar de un modelo de un solo proveedor estatal hacia otro en donde una multiplicidad de vendedores de energía le pueden garantizar un suministro continuo, de calidad a precios competitivos.
A nivel nacional, cada país que compite en el MER debe de encontrar la mejor manera de que las tarifas por la energía sean más bajas para así atraer mayor inversión. El gobierno costarricense ha visto como empresas han cerrado operaciones (total o parcialmente) y han migrado a Guatemala alegando, entre otros motivos, que el precio de la energía en tierras “Chapinas” es más competitivo.
En suma, la apertura en los mercados nacionales y la integración a nivel regional está dinamizando las economías. Dependerá de cada país cómo quiere aprovechar la oportunidad. No es solo atraer inversión para que empresas extranjeras o nacionales generen energía para su venta; esto va más allá. No hay producción sin energía por lo que si la región como un todo y cada país individualmente, aprovechan la oportunidad que da el MER y se dedican a fortalecerlo, cada sector de sus economías se verá beneficiado dependiendo, eso sí, del grado de compromiso con el cambio de paradigma que cada nación quiera asumir.
El MER representa, si se quiere, un termómetro que mide el compromiso político en la toma de decisiones para el desarrollo de los pueblos centroamericanos.
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