Portavoces de bancos multilaterales de desarrollo y administradores de fondos de inversión participaron del “Latam Future Energy: Mexico, Central America and The Caribbean Renewable Energy Summit”, realizado en República Dominicana.
Uno de ellos, fue Andreas Cremer, director de Infraestructura y Energía para África y Latinoamérica de DEG Invest, la reconocida institución alemana que ofrece financiamiento y otorga préstamos para el desarrollo de proyectos de largo plazo en países de mercados emergentes.
En el mega evento, el especialista planteó la meta que tiene la entidad financiera en los próximos años: “Nuestro objetivo es convertirnos en CO2 neutral en toda nuestra cartera para 2040. Es bastante ambicioso, para lograrlo tenemos que ser socios locales en desarrollos de las energías renovables y el hidrógeno verde”.
“Estamos trabajando fuertemente e invirtiendo a largo plazo en el mercado Latinoamericano. La historia nos demuestra que podemos apoyar a la región y queremos aumentar la cantidad de proyectos de renovación que financiamos”, agregó.
En América Latina, DEG, la subsidiaria del Grupo KfW, ha financiado proyectos de infraestructura, agricultura y manufactura. Según el experto tienen oficinas en México, Colombia, Perú, Brasil y Panamá.
En efecto, Cremer ratificó su presencia en el mercado: “Tenemos una cartera de alrededor de 44 proyectos y 800 millones invertidos en en todos los sectores de infraestructura. De esa cifra, la mayoría de los desarrollos son de energías renovables”.
Los desafíos del Project Finance
El especialista mencionó los principales retos que se presentan a la hora de apoyar un proyecto renovable en Centroamérica.
“Lo más complicado es la financiación de proyectos de servicios públicos por la incertidumbre que generan los cambios de Gobierno y de regulación. Se necesita tener socios profesionales, experimentados y confiables”, comentó.
“No obstante, es una situación de ganar-ganar para que el Gobierno se beneficie de tarifas bajas y tenga acceso a energía verde. El lado de la equidad está siendo compensado por el riesgo de desarrollo que están proporcionando”, agregó.
Para Cremer, República Dominicana cuenta con reglas claras en su marco regulatorio por lo que hay una gran potencial para brindar financiamiento a desarrollos de energías renovables.
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