La Provincia de San Juan dio el primer paso. Reglamentó los “Lineamientos Rectores” para la instrumentación en su territorio del “Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública – Ley Nacional Nº 27.424”, a través de la Resolución E.P.R.E. Nº 119/2018.
A partir de esta disposición, el EPRE San Juan determinó básicamente dos cuestiones: que el precio de energía limpia que inyecte el “Usuario – Generador” sea el mismo que las distribuidoras y cooperativas compran al Estado nacional (CAMMESA), y que en cada conexión se deban instalar dos medidores, uno que mida el consumo y otro la energía renovable inyectada.
Para Omar Zorzenon, coordinador de la Comisión de Política Energética de FACE, el Ente sanjuanino dio un paso correcto sobre lo que las cooperativas y distribuidoras están solicitándole al Gobierno nacional con la reglamentación de la Ley de Generación Distribuida mediante energías renovables. Sobre todo en lo que tiene que ver la instalación de dos medidores.
Lea también: «Doble medidor: la “sugerencia” de FACE y ADEERA a la Ley de Generación Distribuida»
En diálogo con Energía Estratégica, el dirigente opina que en las compañías proveedoras de energía existe “una real preocupación” si es que la Ley 27.424 se aplica sin hacer esta salvedad. “Si es una decisión política, la bancamos, pero si la decisión técnica se toman mal, es un error”, señala.
De acuerdo a lo que explican desde FACE, si no se midiera de este modo la energía se les verá alterado su impuesto recaudador ‘VAD’ (Valor Agregado de Distribución), cargo que cobran las empresas por el uso de sus redes, en concepto de servicios de operación, mantenimiento e inversiones. Esto, según las compañías, pondría en jaque al sector.
“Hoy tenemos problemas gravísimos las cooperativas, sobre todo en Buenos Aires, Córdoba, Misiones, porque nuestros asociados realizan profundas quejas por la suba de tarifas”, agrega Zorzenon y explica que de darse un escenario más adverso podría haber “grandes problemas”.
Por otra parte, existe un sector que se opone a la obligatoriedad de que los usuarios tengan que instalar dos medidores, por tornar a la actividad más engorrosa, lo cual pueda desalentar el negocio.
Lea también: «El Gobierno analiza lanzar a consulta pública la reglamentación de la ley distribuida»
Por su parte, el Gobierno nacional planea publicar una ‘reglamentación provisoria’ de la Ley 27.424, para que el sector privado y las asociaciones civiles opinen, y luego de ese proceso, sacar conclusiones y darle aplicación definitiva a la norma. Según fuentes del sector el proceso podría quedar concluido en junio.
Las cooperativas afortunadamente son de los usuarios, y por lo tanto deben defenderlos siempre. No es su función recaudar impuestos, es más, debería hacer todo lo posible por reducir los gravamenes que encarecen el servicio.
Net-metering puro y duro va en ese sentido.
Siempre tuvieron a usuarios cautivos sin escuchar sus reclamos de cortes, mal servicio, etc., pescaban en un balde. Ahora que hay opciones se empiezan a «preocupar», enhorabuena!
Mi opnión como usario.
Si voy a comprar paneles y equipos para generar electricidad, la única forma es que estos sirvan para reemplazar un porcentaje de lo que consumo. De nada sirve comprar equipos si la amortizacón es muy prolongada. La disminución del pago en la tarifa debe significar una cifra, que en cuotas, debería amortizar el costo de la inverisón en un plazo de entre 3 a 5 años máximo. No solo es obtener un crédito para comprar equipos, ya que debo pagarlo, lo importante es que se amortice contra la dismimución del pago de la tarifa.
Si esta disminución se convierte en algo mínimo o por ejemplo la amortización es a 10 años, nadie va a comprar paneles y la ley no va a prosperar. Luchar para mantener el VAD es respetable, nadie quiere perder un negocio. Pero la realidad es que las cosas cambian y el futuro hace que se reacomoden las inversiones, de lo contrario estaríamos comprando rollos Kodak para sacarnos una foto. Tal vez sea el momento de que las cooperativas vendan e instalen paneles solares, antes de estar sufriendo por el cambio.
Les pongo un caso real que conozco de cerca a propósito de lo que menciona Sergio. En Bolivia, el gobierno decidió reemplazar progresivamente el uso de las naftas por el GNC. Ya que ese país tiene abundantes reservas y es menos contaminante. Para ello incentivó la conversión de los vehículos nafteros a gas. Creó un ente especifico dentro del Ministerio de Energia y les comenzó a entregar gratis los equipos a los usuarios. Cómo es el negocio? Cada usuario con su vehículo convertido va pagando el costoso equipo con cada carga de gas que realiza, pues un porcentaje de la tarifa va destinado a amortizar el mismo. Así, casi sin afectar el bolsillo de la gente, se ha dado una explosión en la demanda de GNC. Claro que un esquema así debería contar con financiamiento del estado. Pero algo similar en nuestro país debería ser considerado, dado la importancia de reemplazar con éxito a futuro el consumo domiciliario generado por energías renovables dentro del esquema de Distribuida.
Perfecto que el precio de la energía inyectada sea el mismo de CAMMESA, es lógico. El problema de instalar dos medidores es que toda la energía generada por el fotovoltaico se toma como inyectada, lo cual no es real, ya que parte de la misma la puede autoconsumir el usuario, la cual no afecta al VAD de las distribuidoras, ya que sólo es energía que se deja de comprar a las mismas. Es lo que nos sucede en Santa Fe.
La ley debería implementarse de forma tal de medir sólo el excedente entregado y no todo lo generado como lo proponen las distribuidoras con el doble medidor.
La mejor solución es la compensación al mismo precio. Eso si, potencia y energía. Para yo compensar los mismos kwh que consumo, dado que la incidencia del sol en promedio sobre los PFV es 4 a 5 horas diarias, la potencia a instalar debería ser mayor a la contratada. El objetivo es inyectar energía limpia y consumir convencional. En la medida que esta tendencia se masifique, vamos a estar consumiendo una buena parte de energía limpia y renovable y casi gratis. Ese es el objetivo.
Esperemos que esto esté pensado para el cuidado del ambiente y no como un negoción para las distribuidoras que comprar renovable barata y venden a lo que se les cante.
Creo que en este caso todo depende de donde coloquen el medidor de energia de los paneles, que deberia ser a la salida a la red y no a la salida de los paneles. Si mide de esta forma , es sin duda al menos mala intencion por parte del distribuidor
En Italia, hemos instalado alrededor de 18 GW de PV en 6 años, distribuidos por todo el territorio y conectados a la red existente.
Nos hemos enfrentado y resuelto muchos problemas de medición, regulación y seguridad.
Me pregunto: ¿por qué Argentina no acepta las experiencias adquiridas en otros estados?
Solo ven aquí en Italia y ve y comprende.