La primera final de Falling Walls Lab Perú ha llegado a su conclusión, y el balance es notablemente positivo. El evento, que se centra en promover la innovación y la divulgación científica en el país, ha demostrado su capacidad para inspirar y apoyar proyectos transformadores.
En conversaciones con Energía Estratégica, Francisco Rodrigo Pinto Larico, gerente de proyectos en Falling Walls Lab Perú, compartió sus reflexiones sobre el evento y su impacto en la comunidad científica y empresarial.
«Tenemos muchos desafíos por superar y uno de ellos es fomentar la competencia al interior del país para que más candidatos puedan dar a conocer sus proyectos para cambiar al mundo», afirma al evaluar las postulaciones recibidas.
“El evento ha dejado en claro que Perú alberga una gran cantidad de talento innovador y que iniciativas como Falling Walls Lab son esenciales para brindarles visibilidad y apoyo”, agrega.
Los 10 finalistas tuvieron la oportunidad de presentar sus proyectos ante un público diverso y un panel de jurados con una amplia experiencia en la final nacional, que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
El ganador del concurso obtuvo un viaje a Berlín para competir en la final internacional de Falling Walls Lab. Esta se celebra el 9 de noviembre de cada año en conmemoración de la Caída del Muro de Berlín y brinda a los finalistas la oportunidad de mostrar sus proyectos de alto impacto social a nivel global.
Entre los finalistas, se destacaron varios proyectos relacionados con la sostenibilidad y las energías renovables. En primer lugar, quedó Mayu Ink, un proyecto centrado en la investigación y desarrollo de pigmentos extraídos de algas marinas como una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente a las tintas sintéticas utilizadas en la industria textil y de la moda.
Estos pigmentos se pueden obtener de manera simple y ecoamigable a partir de macroalgas que son abundantes en los mares peruanos. El objetivo final de Mayu es establecer un proceso de extracción y producción a gran escala de estos pigmentos de algas para su uso como tintes en telas, proporcionando una opción más ecológica en lugar de las tintas químicas tradicionales, lo que contribuiría a reducir el impacto negativo en el medio ambiente y la salud humana.
El segundo puesto de esta primera edición es Eribot que se especializa en la automatización del control de inventarios mediante robots y drones, reduciendo riesgos, errores y recursos necesarios para esta tarea. Y en tercer lugar, quedó GreenDeal desarrollo que agrega valor al plástico de residuos de aparatos electrónicos (RAEE) al transformarlo en productos para diversas industrias, reduciendo así el impacto ambiental de la era tecnológica actual.
Otros proyectos interesantes fueron: Chacralli, elaborado por Sebastian Guillen Chavez el cual se enfoca en la generación de biochar a partir de residuos municipales y de poda; Galia Charger que se basa en aprovechar el movimiento para generar energía eléctrica y Plast Off el cual propone una solución biodegradable para abordar la contaminación plástica.
Estos desarrollos son ejemplos claros de cómo la innovación puede contribuir al cuidado del medio ambiente y al uso eficiente de los recursos.
Los finalistas no solo reciben reconocimiento y visibilidad significativos en la comunidad científica y empresarial, sino que también tienen la oportunidad de acceder a becas para programas de formación, asesoramiento empresarial y espacios de trabajo colaborativo.
Además, pueden establecer conexiones valiosas con expertos y posibles inversores, lo que puede ser fundamental para llevar sus ideas innovadoras a la realidad.
En palabras de Pinto Larico, «Estimular la creatividad y la innovación es clave. Eventos como el Falling Walls Lab brindan un espacio para que las mentes creativas presenten ideas novedosas en energías renovables, algo fundamental para abordar los desafíos complejos de cambiar hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles».
“La innovación en energías renovables y la sostenibilidad son pilares fundamentales para el desarrollo sostenible de Perú. Iniciativas como esta desempeñan un papel esencial en el impulso de proyectos transformadores y en la promoción de un futuro más sostenible para el país y el mundo”, agrega.
Cabe destacar que esta iniciativa fue promovida por la incubadora Incubadora SCALE / Social Innovation Hub y el equipo organizador; Ronald Barzola , Marilu Nuñez Sanchez , Fiorella Minchan Acho, MARLY CHOQUEMAMANI ROJAS , Fabián Zavaleta Chávez, Adriana Chrisell More Silva, VIANCA OCROSPOMA ANCALLI, Hilari Rengifo Casimiro y Gian Franco Eduardo que hicieron posible esto.
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