La Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (AUGPEE) detalló el impacto positivo alcanzado por la incorporación y participación de las renovables en el país.
“Buscamos transmitir lo exitoso que fue para Uruguay la primera transición, que arrancó con una política de estado donde se ejecutó un esfuerzo público – privado virtuoso, que terminó generando la descarbonización de la matriz de generación en más del 90%”, afirmó Martin Bocage, presidente de AUGPEE, en conversación exclusiva con Energía Estratégica.
En un evento realizado días atrás, la entidad dio a conocer que durante la sequía de este año, a pesar de la alta demanda eléctrica y la falta de agua en las represas, la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE) obtuvo ganancias por USD 162 millones.

Martin Bocage, presidente de AUGPEE
“Es un resultado sumamente positivo, teniendo en cuenta lo que sucedió en las sequías de 2008 y 2012, en las que UTE tuvo pérdidas por USD 395 millones y USD 168 millones, respectivamente”, agregó Bocage durante la conferencia “El impacto de las inversiones en energías renovables en Uruguay”, realizada el pasado martes en la Universidad Católica (UCU).
Mientras el costo de abaratamiento de la demanda (CAD) se redujo notablemente a partir de la introducción de las energías renovables a gran escala, a tal punto que el CAD pasó de US$ 597 millones promedio en el período 2007-2011 a US$ 424 millones en el período 2015-2021.
Incluso con un mayor consumo interno, el CAD unitario neto cayó un 50% en términos reales, y el descenso neto promedio anual fue del 1% del PIB. Hecho que fue “un determinante clave en la mejora del resultado de UTE”, de acuerdo a estudios presentados por el Observatorio de la Energía y Desarrollo Sustentable de la UCUDAL
En el mismo sentido, un estudio elaborado por la UCUDAL muestra que, si la capacidad de generación actual de energía eólica y solar fuera sustituida por generación térmica con combustibles fósiles, el CAD de 2020 hubiese sido USD 368 millones superior al registrado, mientras que en 2021 el sobrecosto hubiese sido de USD 572 millones y de USD 671 millones en 2022.
Además, la entidad que cuenta con 1.350 MW de potencia operativa (1080 MW eólicos, 420 MW de biomasa y 270 MW solares) entre sus asociados, remarcó que será “clave” revisar el marco regulatorio vigente para avanzar en la próxima transformación energética.
“Estamos convencidos de que todo lo que venga de ahora en adelante será con renovables, es una decisión tomada por el mundo. Y creemos que el sector privado tiene mucho para hacer, decir y que debe ser un actor importante en este proceso”, sostuvo el presidente de AUGPEE en diálogo con este portal de noticias.
“El reto de esta segunda transición es captar el flujo de inversiones que se generará en todo el mundo. Y para ello, debemos aprender de lo que hicimos y construimos, como también mantener las reglas de juego, las ganas políticas y la conciencia medioambiental que existe en Uruguay. Pero el punto de partida es bueno, aunque sí se deberá incorporar más capacidad renovable en la medida que el país lo requiera”, complementó.
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