Brasil cerró el 2022 con más de 23 GW de capacidad eólica onshore instalada a lo largo de 850 parques en doce estados, siendo la tercera fuente de generación con mayor potencia operativa en el país, por detrás de las centrales hidroeléctricas y fotovoltaicas (contemplando generación distribuida).
Y desde la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEólica) confían en que el 2023 sea otro año positivo para el sector renovable, en donde poco a poco también se puedan realizar las primeras licitaciones de energía eólica offshore.
“Tenemos muy buenas expectativas porque tenemos un crecimiento sostenible. Vemos un incremento promedio de 3 GW año para los próximos años y, por ende, esperamos buenos resultados para la eólica onshore”, aseguró Elbia Gannoum, presidenta ejecutiva de ABEEólica, en diálogo con Energía Estratégica.
“Mientras que para la offshore trabajamos en los ajustes regulatorios ya que precisamos otros marcos regulatorios para tener la primera licitación del uso y producción en mar. Trabajamos para tenerla este año, tal vez, en el segundo semestre del 2023, en la que los emprendedores reciban la autorización para empezar los estudios ambientales para hacer sus proyectos”, agregó.
Cabe recordar que en octubre del 2022, el gobierno de Brasil publicó la Ordenanza N° 52/GM/MME por la que planteó los lineamientos para el aprovechamiento y futuras convocatorias de proyectos de generación eléctrica en aguas jurisdiccionales del país, entre las que se identificó la celebración de contratos de cesión de uso para la implantación y explotación de una central, la promoción de licitaciones públicas y la definición de la forma de cálculo, pago y sanciones por mora o retraso y descuentos relacionados con el pago adeudado al gobierno federal.
Y bajo esa ordenanza, que aún está en proceso de reglamentación, las renovables se beneficiarán de ello ya que la normativa no aplicará a proyectos híbridos de generación de energía eléctrica offshore que fuesen destinados a la exploración y producción de petróleo o gas natural.
De todos modos, Elbia Gannoum manifestó que la concreción de los estudios ambientales llevará alrededor de tres años, por lo que una vez que los mismos se finalicen, los inversionistas tendrían la capacidad para participar de una convocatoria para la venta de energía offshore, tal como sucede hoy en día con las Subastas de Energía Nueva (LEN por sus siglas en portugués).
Incluso, Brasil ya cuenta con interés en la materia, debido a que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA) registra 70 proyectos en proceso de licenciamiento ambiental, por un total de 176851 MW de potencia.
Es decir que desde la Conferencia de las Partes de Glasgow (COP 26) a la actualidad, se cuadruplicó la capacidad marina en desarrollo, y cerca 76 GW se incorporaron a lista tan sólo desde marzo de 2022 hasta la fecha.
Relación con el nuevo gobierno y la economía del país
Uno de los principales desafíos que la presidenta ejecutiva de ABEEólica observó para el desarrollo de las renovables en el país se vincula con la situación macroeconómica del país y las perspectivas hacia los próximos años.
“Con una mejor economía, hay más necesidad de energía y más contratación de renovables. Y si bien para este año no creo que haya un crecimiento económico muy grande, pero para el 2024 o 2025 sí tenemos altas expectativas. Pero de igual manera, nuestros números muestran que a pesar que no haya una gran suba económica, la industria ha crecido bastante”, afirmó.
Mientras que en lo referido a la relación con el gobierno saliente de Jair Bolsonaro y el reciente asumido de Lula da Silva, Gannoum reconoció que “antes era difícil hablar con el gobierno, pero ahora, los discursos ambientales del gobierno y de los ministros abrirán fuertes inversiones en la transición energética”.
“Y para ello poseemos y tendremos un papel importante para empezar con la energía eólica offshore y el hidrógeno verde. Por lo que el escenario es optimista”, concluyó.
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