Hace poco más de diez días atrás, se inauguró en Chiapas la primera granja solar fotovoltaica del estado, denominada “Bosques Verdes Río Florido”, que consta de 925 paneles fotovoltaicos, bajo la modalidad de venta total de la energía.
La construcción y obra la llevó a cabo la compañía HHGM, mientras que SUJIO representará ese parque de generación exenta, convirtiéndose en uno de los suministradores con mayor representación de esta alternativa en México, con un total de 13 centrales solares y de biomasa.
Pero allí no se detendrán los planes de la firma, ya que el proyecto está ideado para llegar a un total de 2 MW a través de cuatro facetas de 500 kW cada una, según reconoció Carlos Aurelio Hernández González, CEO de SUJIO, en conversación con Energía Estratégica.
“Asimismo, prevemos conectar entre 50 y 80 MW de potencia en los próximos tres años (entre el pipeline de clientes y propios de la compañía), que utilizarán diferentes tecnologías de generación (hidro, biomasa y FV) y se ubicarán en distintos sitios del país, como Jalisco, Guanajuato y Chiapas, donde vamos con todo”, agregó.
De este modo, buscarán la democratización de la energía limpia y que más inversionistas vean la oportunidad de aprovechar estos modelos de negocio para optimizar sus consumos o inversiones y se involucren en el mercado eléctrico.
“Tenemos mucho potencial de crecimiento y en 6 u 8 meses se puede inyectar energía. Mientras que las barreras de entrada son pocas, como por ejemplo con el distribuidor y CENACE, ya que nos tocaron regiones donde no había conexiones de generación exenta, por lo que es ir de la mano con ambas entidades para perfeccionar los procesos”, sostuvo el especialista
Y cabe recordar que el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) estima que se alcanzarán entre 9179 MW y 13869 MW de capacidad instalada en GD para el año 2035, lo que significaría entre un 13% y un 19% de la participación de la matriz energética de México.
Por lo que, la manera para seguir estimulando este tipo de proyectos y que las empresas produzcan su propia energía a partir de fuentes limpias sería fomentar los Certificados de Energía Limpia (CEL) o el lanzamiento del mercado de bonos de carbono.
“Con esas dos herramientas puede haber mayores incentivos para que las PyMEs vean esta oportunidad y se democratice la generación distribuida”, concluyó Hernández González.
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