Los esfuerzos por cumplimentar con las exigencias de la Ley 26.190, se multiplican en el territorio nacional con propuestas individuales de las provincias. Las diversas iniciativas responden a la posibilidad de lograr que el 8% de la matriz energética sea producto de recursos renovables; sin embargo, el precio de venta de la energía convencional, sigue siendo el principal impedimento.
La realidad es que el cuadro tarifario energético es operado a nivel federal, por lo que el precio subsidiado de la energía convencional, interfiere de forma directa en el camino hacia el desarrollo sustentable. Al respecto, el presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), Marcelo Álvarez, determinó que “los precios actuales alientan al consumo eléctrico irracional”.
En este sentido, la autoridad manifestó que los costos de venta de la energía tradicional en Argentina, se encuentran hoy muy desfasados. Por consiguiente, “el gasto de luz correspondiente a un mes, termina siendo equiparable al dinero necesario para comprar una pizza, cosa que no sucede en ningún otro lugar del mundo”.
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En este escenario, los precios terminan por fomentar el uso desmedido del servicio, conforme a una escala de valores totalmente tergiversada y con tarifas de bajo impacto en la economía de los usuarios. “Hoy se construyen edificios en la ciudad de Buenos Aires sin gas, porque como la energía es barata ni siquiera invierten”, explicó el edil en un intento por ejemplificar una situación que preocupa.
La problemática no sólo tiene consecuencias nefastas en cuanto a impacto ambiental, sino también, respecto de sus efectos a futuro. Según explicó Álvarez, el mapa de subsidio actual se torna insostenible en el tiempo y configura una situación difícil de esquivar: cuando la tarifa se sincere, el efecto gravoso sobre la economía del consumidor será difícil de amortiguar.
Los hechos demuestran que la opción renovable, sigue siendo la más viable puesto que dichas tecnologías prácticamente no acarrean pérdidas. No obstante, su evolución sigue siendo compleja: “Si yo tengo energía convencional muy barato en cuanto a precio de compra, el privado no tiene estímulo y la provincia tiene que pagar un diferencial muy alto”, sentenció el empresario.
A posteriori, explicó que el modelo funciona a través de grandes centrales, alejadas de los centros de consumo, con un costo asociado elevado, tanto de la línea como de las pérdidas que implica el transporte. Como contraparte, las fuentes de energía renovable permiten una total descentralización del producto energético, anulando inversiones y generando ganancias.
En consonancia con lo anterior, Argentina cuenta casos exitosos y otros que lo son menos en materia de energía renovables. En cuanto a energía solar, San Juan, Santa Fe y San Luis son las que lideran, mientras que Jujuy, Córdoba y Santiago del Estero están tratando de tomar la misma iniciativa. En la Patagonia, Chubut y Tierra del Fuego, forman parte del grupo que encabeza la producción eólica.
Excelente artículo, que toca uno de los puntos claves de la problemática energetica nacional. Si no modificamos esta tendencia, la hipoteca energetica y ambiental que dejaremos será una carga que perdurará por muchos años. Lo más lamentable es que las posibles soluciones son conocidas (http://www.vidasilvestre.org.ar/sala_redaccion/opublicaciones/) y no solo generarían importantes beneficios ambientales sino tambien económicos y sociales.