Desde hace años, el litro de diésel que se comercializa por las estaciones de servicio debe contener un 10 por ciento del biocombustible elaborado a base de soja. Las empresas del rubro aseguran que hay producción que podría incorporarse a este segmento, por eso esperan expectantes medidas del Gobierno en esta dirección.
Alejandro Abad, presidente de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Productora de Biocombustibles (CEPREB) asegura que elevar el corte al 12 por ciento es “factible”, tanto desde el punto de vista técnico de los motores de los vehículos como por el potencial de las plantas locales.
”No hay una limitante; se han presentado iniciativas pero no estoy al tanto de ningún cambio inminente”, minimizó. No hay expectativas de una próxima resolución que trate el tema por parte de las autoridades del área.
Si bien este es un aspecto que interesa explotar, Abad ubica como principal aspecto de incertidumbre los bajos valores de la tonelada que se publicaron en los últimos meses, desacoplados de la fórmula que el Ministerio de Energía y Minería estableció en su momento para garantizar previsibilidad al negocio.
“Se publicó un precio que nos dejó descalzados de lo que debería publicarse en la fórmula”, señaló. En septiembre, en línea con el congelamiento del gasoil, el Gobierno al igual que en agosto la tonelada en 12.115 pesos para la categoría medianas. Un mes después, lo incrementó a 12.637, menos de lo esperado.
“Se nos comunicó que en el plazo máximo de tres meses se volvería a aplicar la fórmula polinómica”, anticipó Abad. Pero el inconveniente es que durante este lapso de tiempo crecieron los costos de producción. “El aceite de soja ha vuelto a subir aproximadamente un 6 por ciento”, sostuvo.
“Eso nos trajo un perjuicio importante”, advirtió. Por eso solicita “cuanto antes” retomar el cálculo del importe del biodiesel para “no estar expuestos a los vaivenes del mercado”.
De cara al mediano y largo plazo, Abad es optimista: “Tenemos la oportunidad de que haya crecimiento con mayor corte; siempre está pendiente la introducción del biodiesel para consumo del agro y termoeléctricas. Está la posibilidad de abrir un volumen adicional”.
El corte obligatorio con el porcentaje que sea me parece un castigo para los usuarios que tenemos que soportar en nuestros motores los biocombustibles. Ni hablar del 12%. Si se vendiera en surtidores separados y uno pudiera elegir, creo que la mayoría no lo consumiría. Hay muchas razones para estar en contra de los biocombustibles, y muchas más para tener que usarlos de manera compulsiva.