Con una capacidad productiva de 150 toneladas diarias, se inauguró la primera planta del país que producirá Combustible Sólido Recuperado (CSR) a gran escala. Se trata de la empresa Arcillex, que recibió $10.006.533 por parte de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
La empresa busca reducir residuos en rellenos sanitarios, sustituir combustibles fósiles por una fuente ambientalmente segura y mitigar el déficit energético nacional; además de integrar socialmente antiguos cartoneros y recuperadores urbanos.
La planta constituye la primera experiencia argentina a gran escala de producción de combustible sólido recuperado a partir de residuos sólidos industriales y comerciales. La producción inicial será destinada a abastecer la demanda energética de la planta de materiales para la construcción de ARX Arcillex y a la provisión de energía para las empresas cementeras Loma Negra y Cementos Avellaneda.
En 2013, el Proyecto ARX CDR (Combustible Derivado de Residuos) fue aprobado por el Fondo de Innovación Tecnológica Regional (FITR), que administra el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) de la Agencia, en el rubro Ambiente y Desarrollo Sustentable y como contribución a la construcción de la planta.
Con anterioridad, otros dos instrumentos permitieron llegar hasta la financiación del proyecto de mayor complejidad: el Programa de Recursos Humanos (PRH) y los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT), otorgados a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT) a proyectos de investigación cuya finalidad sea la generación de nuevos conocimientos científicos y tecnológicos, en este caso a investigadores de la Universidad General Sarmiento.
De acuerdo con funcionarios de la Agencia, se trata de un caso exitoso de trayectoria, en el que los componentes reciben oportunamente diferentes subsidios para escalar hacia un proyecto de mayor complejidad.
En esa evolución, las experiencias anteriores fueron la condición necesaria para el otorgamiento del último fondo, que hace posible que lo invertido por el Estado vuelva en expansión económica de una pyme localizada en área vulnerable, al tiempo que promueve la innovación tecnológica y el cuidado ambiental.
Un proyecto público privado
Arcillex y la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) formaron un consorcio y llevaron adelante el proyecto basado en la aplicación de modernas tecnologías de valorización energética.
La participación de investigadores de la UNGS fue con el propósito de concretar alternativas para reducir el volumen de residuos destinados a los vertederos y producir un combustible que reemplace a los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) en los procesos de industrialización del cemento y la cal.
Sobre la colaboración del sector académico, empresarial y estatal, Barañao expresó: “Esta triangulación permite hacer uso del conocimiento generado en beneficio de la población como así también aportar soluciones al sector productivo”, y agregó: “Tenemos que hacer esfuerzos concretos para que nuestras iniciativas sean sustentables en el tiempo”.
En realidad la primera planta de CDR-CSR del país ha sido la de RECYCOMB SA, inaugurada en 2014.
Recycomb también con un acuerdo celebrado con la UNSAM ha ampliado su planta este año incorporando la tecnología de LINDNER Recyclingtech de Austria, que ha obtenido el premio 2016 a la Tecnología más innovadora para el procesamiento de CDR-CSR.