Cayendo la tarde del viernes 3 de julio, la Secretaría de Energía de la Nación detalló nuevos precios para el bioetanol en la plaza local. Según la publicación, las refinerías deberán pagar a los productores del biocombustible a base de caña de azúcar 9,43 pesos por litro, mientras que por el elaborado a base de maíz, 7,17 pesos.
La noticia no fue bien recibida por el sector maicero, que plantea quejas desde octubre del 2014, fecha en la que las autoridades deciden comenzar a bajar sus precios de 9 pesos, valor de aquel entonces, a 7,17, para este mes. Los empresarios alegan que no se contemplan gastos crecientes como el que provoca la inflación. Se estima que las pérdidas de rentabilidad son cercanas al 57 por ciento.
“Nosotros, antes de que se diferencien los precios, invertimos mucho dinero y apostamos a producir en grandes cantidades y como previeron ganancias importantes decidieron pagarnos menos por el mismo producto. Todo empresario asume riesgos en los que puede ganar o perder, y cuando nos toca ganar nos hacen esto; el etanol a base de caña de azúcar es el mismo que el de maíz, pero el petrolero paga menos por el nuestro”, argumentan empresarios del nicho fabricante de bioetanol de maíz en diálogo con energiaestrategica.com y reclaman: “nos deben brindar seguridad jurídica”.
Durante este mes, la diferencia entre ambos productos será de 2,3 pesos por litro. En junio, el precio del biocombustible de maíz era de 7,03 pesos por lo que la suba fue liviana. “Necesitamos que mínimamente nos aumenten 1 peso más el valor por litro”, expresan.
Otra alternativa que proponen es que se aumente el cupo de entrega. Es decir, que se eleve por decreto un corte de naftas con bioetanol del 10 al 12 por ciento. “Así por lo menos vamos a poder vender más de lo que vendemos. Tenemos una capacidad de producción superior de la que estamos operando”, señalan.
Algunas diferencias que se olvidan de decir: 1) El programa de alcohol combustible (que retribuye casi al doble de precio internacional del alcohol) nace como es un programa de «subsidio» pagado por todos los Argentinos, destinado a pequeños productores «nacionales» y como forma de llevar ingreso con efecto multiplicador para las zonas marginales (economías regionales). Después se distorsionó, pero en esencia ese fué el ánimo de los legisladores. 2) Si es por lado de combustible «verde», los efectos de gases contaminantes del alcohol de caña son inferiores a los del alcohol a partir de maíz. 3) El maíz, ya goza de un subsidio indirecto de magnitud, por efecto de las retenciones a las exportaciones de este cereal y los gastos de fletes, logistica, puertos, etc, que los exportadores de cereal aplican a los productores al momento de adquirir el cereal y de este modo formar el precio. 4) El efecto multiplicador del ingreso que tienen los cañeros del NOA por mejorar su precio, es inigualable por el efecto derrame que se dá en toda la región. Dado que estos productores están situados en los lugares mas alejados de los puertos del País e imposibilitados de modificar el esquema productivo de estas provincias en el corto plazo, hasta tanto no haya otra actividad que la supla, no se puede desatender este punto.