4 de septiembre 2014

Medio ambiente: petroleros evalúan positivas las experiencias locales de la técnica de fractura

En gran parte del mundo la clase política se está posicionando respecto de la explotación de hidrocarburos no convencionales, presionada por los cuestionamientos de organismos medioambientales. Argentina, apremiada por la necesidad de reducir las importaciones de combustibles, decidió imitar el modelo norteamericano. Tal es así que ya lleva perforados aproximadamente 300 pozos, en su gran […]


En gran parte del mundo la clase política se está posicionando respecto de la explotación de hidrocarburos no convencionales, presionada por los cuestionamientos de organismos medioambientales. Argentina, apremiada por la necesidad de reducir las importaciones de combustibles, decidió imitar el modelo norteamericano. Tal es así que ya lleva perforados aproximadamente 300 pozos, en su gran mayoría realizados por la estatal YPF.

A modo de balance, Fernando Halperín, relaciones institucionales y coordinador del Grupo de Comunicación sobre Hidrocarburos No Convencionales del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) destacó en diálogo para Energía Estratégica: “no tenemos información de ninguna clase respecto de incidentes contra el medio ambiente producto del fracking”.

La técnica de fractura fue desarrollada para mejorar la permeabilidad de los reservorios convencionales, hace más de 70 años. No obstante, en las últimas décadas fue adaptada para poder extraer los hidrocarburos a gran escala de las formaciones shale. Por eso se aplica en Vaca Muerta, sobre la cuenca neuquina, el reservorio que promete recuperar el autoabastecimiento.

Ahora bien ¿Por qué entonces concentra tantas críticas? Halperín analiza que “hay una sociedad que se ha vuelto más celosa con las cuestiones ambientales y hay mucha desinformación sobre el tema; es cierto que hay gente preocupada por la protección de los recursos naturales, pero también observamos actores que utilizan esta idea sólo para cuestionar el sistema”.

Por otra parte, Halperín reconoce que “el petróleo tiene una historia no muy santa”, por accidentes ocurridos durante el siglo XX, cuando las normas de seguridad no alcanzaban o eran limitadas para garantizar la prevención.

Frente a estos antecedentes compara que en la actualidad “la normativa es mucho más exigente y las empresas realizan grandes inversiones para cuidar el medio ambiente”. A modo de ejemplo, grafica que “en las locaciones ya no se ven fluidos en los yacimientos”.

Para entender las acusaciones contra la actividad el ejecutivo se enfocó en los intereses económicos que hay en juego. Hace referencia a las disputas entre actores del sector energético que pujan por ganar peso en la matriz a nivel global, tanto entre países productores y exportadores de crudo y gas, como entre las distintas fuentes de energía.

 

1 Comentario

  1. José Ignacio González

    Trabajé 7 años como consultor de Seguridad y Medioambiente en áreas petroleras. La mitad de mi trabajo era un trabajo de campo que me obligaba a recorrer los yacimientos. Conozco más de 20 yacimientos a los que recorrí muchas veces.

    Concuerdo con que hubo una historia non santa, pero no es así al menos desde la década de 2000 que es la que conocí.

    Antes de realizar este trabajo tenia experiencia en temas de Seguridad e Higiene, y mucha experiencia de planta en Mantenimiento e Ingeniería.

    Desde que recorrí por primera vez un yacimiento muy viejo, me llamó la atención no encontrar tierras empetroladas, que era algo de lo que siempre había oido hablar.

    Cuando volví de mi primer recorrido le pregunté en broma al Gerente del Sitio, si mandaban adelante mío una persona con un trapo para limpiar, porque la realidad era que no encontré una gota de petróleo que hubiera caído de algún pozo.

    Ni tierras empetroladas. Los zapatos de seguridad jamás se me ensuciaron con petróleo. Solo con tierra y barro de las zonas, pero no con petróleo.

    Pero vi también, un gran trabajo de remediación que mostraba los cambios que habían tenido las técnicas de gestión de la operación con respecto a décadas anteriores.

    Estaban remediando montañas de tierras empetroladas ya secas y endurecidas, que mostraban la forma de gestionar de hace 20 o 30 años atrás.

    Temas que han sido superados por la mayor preocupación por el medioambiente.

    Hace unas pocas décadas atrás, el agua empetrolada que se sacaba de un pozo no era reinyectada después de la separación. Se solía dejar sobre el terreno. Eso no ocurre más desde hace muchos años.

    Hoy después de separar el agua del petróleo, se reinyecta el agua a la misma formación de la cual se sacó el petróleo.

    Leí los informes de control de aguas de ríos que pasan cerca de yacimientos, y no había ninguna contaminación en las mismas. Todos estos datos además eran corroborados por los responsables de seguridad e higiene de los yacimientos, que recordaban el cambio profundo que se había dado en el cuidado del medioambiente.

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