Uruguay se acerca al cierre del 2022. Año en el que contó con algunos lanzamientos y actualizaciones normativas a las energías renovables y el hidrógeno verde, lo que abre las puertas a más desarrollos de proyectos en el futuro.
Ante ello, desde el sector renovable tienen altas expectativas para lo que resta del mes y todo el próximo año, y se esperan los primeros emprendimientos renovables que den lugar a la concreción de la segunda transformación energética.
Marcelo Mula, presidente de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (AUDER), conversó con Energía Estratégica y aseguró que “el 2023 puede ser un año de inflexión para las renovables en Uruguay”.
“Veníamos sin inversiones en el sector desde 2018 y el próximo año debería ser de, por lo menos, los desarrollos para que los proyectos se ejecuten en 2024”, agregó.
El crecimiento del 6% de la demanda de energía eléctrica en el país es uno de los factores a tener en cuenta en la ecuación (el sector residencial cerrará por encima del 15%), ya que entre ello y el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, Uruguay necesitará más energía renovable, ya sea con proyectos off-grid o interconectados a la red.
Y justamente, las señales de gobierno aparecieron a fin de año, a tal punto que ya se volvió a fomentar la energía solar para autoconsumo industrial y grandes generadores, a la par que se aguarda por un decreto que reconozca la potencia firme de los parques eólicos y fotovoltaicos.
“La promoción de la energía solar fotovoltaica para grandes consumidores viabiliza proyectos de autoconsumo industrial y grandes generadores para abastecer, por ejemplo, los emprendimientos de hidrógeno, y que esas inversiones puntúen para la COMAP. Lo cual pueden ser exoneraciones fiscales del 50% de la inversión”, sostuvo Mula.
“Mientras que, por otro lado, el gobierno está por lanzar un decreto donde se les reconocería la potencia firme a las energías renovables, que facilitaría la firma de contratos, principalmente entre privados, es decir, entre un parque renovable interconectado y un gran consumidor”, amplió.
Hasta el pasado 5 de diciembre fue el plazo para que los diversos actores del sector y la cadena productiva energética realizaran sus aportes en la consulta pública.
Y a raíz del consenso que se generó entre las diversas voces, una vez que el decreto gubernamental se publique oficialmente, se reconocerá la potencia la energía eólica y solar siempre tienen un porcentaje disponible, por más que sean fuentes de generación variable.
Generación distribuida
En materia de proyectos de generación distribuida, Uruguay continúa rezagado a comparación de otros países de la región, pero desde AUDER intentan que se adecúe el marco regulatorio para tener más opciones y potenciar esta alternativa renovable.
“Planteamos que se debe aggiornar la normativa para tener la generación a distancia, que se pueda netear en varios consumos de la misma razón social y que esas pequeñas inversiones también sean promovidas por ley. Y a su vez, trabajar con el sistema financiero para un modelo de negocio que permita financiar el sector residencial y comercial pequeño”, reconoció el presidente de AUDER.
“Son inversiones pequeñas asociadas a la Ley de Inversiones, que rondan los USD 20.000. Pero siguen sin estar habilitadas y es uno de los grandes deberes que tenemos”, concluyó.
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