¿Las indecisiones políticas en torno al T-MEC están complicando a sectores productivos mexicanos?
Definitivamente, esto en Estados Unidos pasó a segundo plano, por las dinámica electoral de nuestro país vecino. La prolongación de la ratificación del T-MEC tiene implicaciones directas en México, por un tema que hoy es muy importante para las inversiones: la certeza jurídica.
¿Cómo impacta en el sector energético?
Actualmente, hay muchas inversiones que están detenidas precisamente a la espera de que se ratifique este tema. Parte de esas están vinculadas al sector energético.
Tal que, si no se aprueba en los próximos meses, no estaremos viendo concretar nuevos proyectos. Y no es porque el tratado actual no genere certidumbres, sino que el sector está a la espera de ver cuál es el destino del T-MEC y del presidente de Estados Unidos.
¿Qué variables asociadas a la política local complican a nuevos proyectos renovables?
No están aterrizando las inversiones porque a esa incertidumbre jurídica se le agrega una incertidumbre que llegó con la actual administración.
Los economistas mexicanos hoy lo definen muy bien a través de un término específico: estamos en un proceso de “acoplamiento” al nuevo Gobierno que está retrasando las inversiones principalmente en el sector eléctrico que está siendo el más importante para México.
¿Porqué resulta uno de los sectores más afectados?
Porque se detuvo el dinamismo que traía desde el sexenio anterior, a partir de las expectativas que el nuevo modelo energético generó. Esto se traduce en un punto muy clave para el país como lo es la incorporación de energías renovables.
En los últimos años estábamos atrayendo inversiones muy importantes, lo que nos dejaba entre los 10 primeros lugares del mundo a nivel de atracciones en energías renovables, hoy ya pasamos el puesto 16.
¿La desaceleración en las inversiones sería solo de aquellas provenientes de Estados Unidos?
No, serían generales. México es un país que tiene más de 45 tratados internacionales pero de manera particular, por la dinámica comercial en Norteamérica, el énfasis de las inversiones que están paradas fundamentalmente provienen desde Estados Unidos.
¿La banca local no está dando respuesta a nuevos proyectos o es siempre la banca internacional quien sostiene al sector renovable?
Ayer estuve platicando con funcionarios de Nacional Financiera (Nafin) y tengo la impresión de que la banca de desarrollo en México a penas está tomando los hilos, en término de los proyectos prioritarios para este Gobierno. No estoy viendo en estos momentos una banca de desarrollo que apoye proyectos renovables.
Esto no significa que estén descartados otros proyectos del sector energético; al contrario, en los próximos años se espera que se apoyen a los proyectos más emblemáticos de la administración y otros tantos que se sustenten con contenido nacional.
Puntualmente, la Secretaría de Economía está trabajando fórmulas para impulsarlo y después de que se establezcan, la banca de desarrollo estaría impulsando nuevos proyectos con contenido nacional.
¿Cuánto le llevará a México recuperar las inversiones en el caso de que no se ratifique el T-MEC?
Es muy buena pregunta. La reconozco como tal porque debe de haber una forma para romper el círculo vicioso en el que estamos.
Creo que el Gobierno tiene la responsabilidad de realizar un esfuerzo adicional y decidido para generar certidumbre en cuanto a las políticas públicas y darle continuidad a lo que se venía haciendo independientemente de los criterios políticos que se tengan. Por ejemplo, retomando las subastas eléctricas que han sido atractivas para inversores y que cumplen lo fijado por Ley. Es importante que se tenga congruencia entre las desiciones que se plantean y se toman.
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