La Cámara Argentina de Consultoras de Ingeniería (CADECI), está formada por empresas de consultoría de Argentina. Fue fundada en 1964 para representar, promover y defender los intereses de sus miembros. Su principal objetivo es promover la contratación de servicios de consultoría en ingeniería, tanto por los sectores público y privado, dentro y fuera del país.
En diálogo con energiaestratégica.com, la comsión directiva, analizó el futuro de la energía hidroeléctrica.
¿Cuáles son las perspectivas del sector para este año?
Si nos referimos al tema de la hidroelectricidad, son moderadas. Este tipo de infraestructura tiene sus tiempos de concreción. El incremento de la demanda de energía eléctrica y las necesidades de combustibles para las centrales térmicas, han llevado a poner nuevamente sobre la mesa a los emprendimientos hidroeléctricos. Si bien es un paso importante, se debe estructurar una agenda para el mediano plazo, en el cual se ponga a trabajar al máximo las capacidades de la Ingeniería Argentina. El país cuenta con firmas consultoras con sobrada capacidad en estos temas y empresas constructoras nacionales y proveedoras de servicios dispuestos a ser convocados y colaborar.
¿Sobre qué proyectos hídricos están trabajando para su desarrollo más próximo?
Algunas firmas de la Cámara están trabajando en proyectos tales como el binacional entre Argentina y Brasil sobre el río Uruguay “Garabí – Panambi”, el estudio para la repotenciación de Salto Grande también sobre el río Uruguay contratado por el BID y en emprendimientos licitados por la Secretaría de Energía, como son el aprovechamiento del río Bermejo en el tramo entre la Junta de San Antonio y la Junta de San Francisco (Salta), estudios referidos a la normativa ambiental en el sector hidroeléctrico, entre otros. Consideramos que se puede trabajar en muchos más proyectos. Hay estudios que indican que el país dispone de un potencial importante no aprovechado. Obviamente se requiere estudiar en detalle cada caso.
Un tema que deseamos enfatizar es que las obras de este tipo requieren de equipos multidisciplinarios integrados con larga experiencia en proyectos de esta envergadura, donde se debe evaluar no solo lo técnico, sino también lo económico, ambiental y social. Lamentablemente, en otros proyectos, se han contratado directamente a algunas universidades para realizar tareas que son parte del ejercicio profesional, en áreas donde no cuentan con la organización adecuada para su tratamiento integral e interdisciplinario, implicando, entre otros, riesgos de responsabilidad profesional que hoy no se advierten, además de generar una competencia desleal e inequitativa con los propios graduados de la universidad. La solución a este problema es clara. Las universidades deben trabajar en la formación profesional y en temas de investigación y desarrollo donde su rol frente a la sociedad es relevante y presente desafíos intelectuales, científicos y tecnológicos novedosos, mientras que la actividad privada trabaje y construya un capital social empresario en áreas donde la experiencia en proyectos con equipos multidisciplinarios es clave brindando respaldo y seguridad al proyecto. Esto último también posibilitaría que las empresas argentinas, a partir de la fortaleza obtenida en el ámbito local, puedan exportar servicios de ingeniería contribuyendo a generar divisas, consolidar la capacidad profesional y empresaria tecnológica de nuestro país que de otra forma se pierde, además de reducir la dependencia de firmas extranjeras.
¿De qué dependerá que Argentina comience a explotar su potencial hidroeléctrico?
Es una decisión política y de entender que decir “No” de antemano a las presas no tiene justificación ni razonabilidad. En Argentina, según datos del año 2013, sólo generamos un 28,4% de nuestras posibilidades en base hidroeléctrica, lo cual nos muestra que el país tiene un evidente retraso en ese sector. Los países avanzados han puesto foco para su mejor desarrollo sustentable en el aprovechamiento racional de sus recursos renovables. Brasil genera más del 90% de su energía eléctrica en forma renovable, aprovechando fundamentalmente a la hidroelectricidad. Noruega, un país adelantado en muchos aspectos sociales y ambientales, tiene casi el 100% de su energía eléctrica en base hidroeléctrica y por ejemplo Costa Rica, otro país modelo en cuestiones ambientales, a fin de evitar depender del petróleo prevé para 2015 abastecerse prácticamente sólo de energías renovables, entre las cuales el aporte de la hidroelectricidad es la principal fuente.
¿Han mantenido diálogos con los posibles candidatos presidenciables, alguno se ha acercado a consultarlos?
Actualmente estamos cerrando un documento sobre las Infraestructuras, por entender que son clave para el desarrollo del país, material que pondremos a disposición de todos los candidatos. Se han tenido charlas con colaboradores y asesores de algunos de ellos, a quienes les interesó saber nuestra opinión en temas relevantes de infraestructura y las necesidades del país, de los cuales la hidroelectricidad fue uno de los que más interés despertó. A tal fin y en particular en lo vinculado a los Emprendimientos Hidráulicos Multipropósitos hemos elaborado una publicación para difundir y contribuir al conocimiento de este tipo de proyectos. Estamos abiertos y deseosos de conversar y hacer llegar nuestra experiencia a todos aquellos interesados en la Infraestructura que el país requiere.
¿Qué significa China para el desarrollo hidroeléctrico en Argentina? ¿Permitirá acompañar los proyectos planificados en el país o se harán cargo ellos mismos de todos los tramos?
Tanto en proyectos que cuentan con la participación de financiamiento de empresas chinas como en otros de distinto origen, es prematuro dar una opinión definitiva ya que no se tiene en claro como son las obligaciones y acuerdos en vías de implementación. Entendemos que, en estos casos tan particulares, el Estado debe tener como objetivo la integración del trabajo de las empresas extranjeras con las nacionales ya que resulta imprescindible, por la necesidad de un apoyo local con conocimiento específico de las condiciones locales. No se debería desperdiciar esta importante oportunidad y desde el Estado Argentino debería haber una fuerte acción para que las Consultoras de Ingeniería Argentinas cumplan un rol protagónico, y no subalterno o secundario, en tareas de diseño, inspección y control de calidad de las obras. China así lo realizó estratégicamente en su propio país en los años 80 y en Argentina obras como Salto Grande y Piedra del Águila, en su momento, permitieron la consolidación y desarrollo de la capacidad empresarial y técnica de empresas de Ingeniería.
De esta forma, se propiciaría trabajo, capacitación, modernización e integración internacional también con los segmentos locales, desde profesionales, técnicos, mano de obra y proveedores de materiales y equipamiento. Estas obras, más allá de los beneficios en infraestructura, deben servir para fortalecer la labor conjunta de los Organismos del Estado Argentino, los Centros de formación educativa y académica y el sector privado dentro del cual las Consultoras Argentinas de Ingeniería pueden cumplir un rol de relevancia.
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