La intendenta Mónica Fein, realizó esta mañana la presentación de diez nuevas unidades que se sumarán a la flota de la empresa de transporte La Mixta. La novedad, sin embargo, radica en que dos de los colectivos están insertos en una prueba piloto, tendiente a analizar su funcionamiento con un 20 por ciento de Biodiesel.
La mezcla de gasoil cortado con biodiesel en una proporción del 20 por ciento, es producto un trabajo conjunto entre el programa PROGRECO (dependiente de la Fundación de Investigaciones energéticas y medioambientales – FIEM) y la empresa El Albardón. El primero, encargado de la recolección del aceite vegetal usado (AVus) por más de 500 grandes generadores de los rubros gastronómico y hotelero. La segunda, transformadora de la materia en biocombustible.
El circuito es el siguiente: PROGRECO nuclea los eslabones necesarios para el reciclado del aceite usado. Mediante un sistema de control aplicado a los grandes generadores de aceite, recolecta la materia prima que luego será enviada a El Albardón.
Allí, la empresa que tiene un acuerdo con la FIEM, se ocupa de transformarlos en BIO, de manera convencional, más aún con la eficacia de quien posee una torre de destilación física, a diferencia de otras compañías.
El convenio firmado con la Municipalidad de Rosario, establece un aporte desde La Mixta, de dos unidades de transporte más las instalaciones necesarias para realizar la mezcla. El objetivo es medir el rendimiento de los motores, su incidencia medioambiental y consumo, con aspiraciones de poder multiplicar la propuesta en otras áreas de la región y el país. Uno de los vehículos funcionará a base de B20, mientras que el otro rendirá a gasoil, a modo comparativo.
Participaron del mismo, además de El Albardón y el PROGRECO (FIEM); la Municipalidad de Rosario a través de la Secretaría de Servicios Públicos, la Secretaría de Producción y la Secretaría de Gobierno. A futuro está prevista también la incorporación de universidades.
En este contexto, el representante de El Albardón, Federico Pucciarello, explicó que la propuesta implica beneficios por partida doble: “Primero porque se está sacando de circulación un residuo de la calle. Por otra parte, al contar con un 20 por ciento de biodiesel, el combustible va a generar muchísima menos contaminación ambiental que el gasoil fósil convencional”.
Dicha recuperación termina siendo de suma importancia, puesto que el aceite utilizado, actualmente corre por dos caminos. O bien es vertido al agua, contaminando un litro de aceite frito, la cantidad de agua que un ser humano consume en 14 años; o forma parte de un negocio oscuro, a partir del cual se recicla y vuelve a la cadena alimenticia, con todo y los daños que ello implica.
Por si las ventajas fueran escasas, el empresario describió además, una realidad económica positiva, que va en consonancia con la iniciativa. “La implementación de biodiesel para el transporte público conlleva a un ahorro para el Estado Nacional. Se ha demostrado que con el aumento del corte de biodiesel al 10 por ciento, aumentan las ganancias del Estado, con lo cual va a tener que subsidiar menos”, señaló Pucciarello. No obstante, destacó que el factor combustible no va a modificar el precio del boleto.
Con relación a las expectativas que giran en torno a la propuesta, el director general del programa PROGRECO, Juan Leguizamón, determinó que “si bien es la primera vez que se realiza en Rosario, se han desarrollado experiencias similares en Granadero Baigorria y los resultados han sido altamente positivos”.
Fue en menor escala, de acuerdo a las dimensiones del territorio y el recorrido más corto de los colectivos, pero dan muestra de que ésta puede ser una alternativa aplicable también a mediano y largo plazo.
Ambos consultados argumentaron la viabilidad en base a prácticas similares a nivel internacional: En la ciudad de Medellín el transporte público funciona con B100 (biodiesel al 100 por ciento), mientras que en Alemania se homologan y garantizan unidades de Mercedes Benz, capaces de responder con B60.
Maquinarias agrícolas e incluso los motores de El Albardón, responden a altos niveles en el corte de biocombustible, mejorando su rendimiento en un 30 por ciento y dando muestra de que los resultados en la escala local, serán excelentes. Es por ello también, que esta misma experiencia, tendrá próxima aplicación en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Entonces, en el marco de propuestas sustentables efectivas y aceptadas por consenso, ¿Qué falta para que la sociedad asuma una mayor conciencia en el marco de energías renovables?
Juan Leguizamón: “Concientización sobre todo y compromiso por parte de los organismos estatales, para llevar al ciudadano las distintas alternativas que existen en materia de desarrollo sustentable. En necesario que se articulen cuestiones entre los sectores público y privado, que atraigan inversiones en pos de la eficiencia energética”.
Federico Pucciarello: “En Argentina es difícil porque sobran los recursos naturales, en zonas donde escasean es más fácil tomar conciencia. Acá contamos con agua, energía, redes de gas que no hay ni en Europa. No entendemos que la mejor energía es aquella que no se usa, por eso seguimos consumiendo más de lo que necesitamos”.
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