Guillermo Malinow, Ingeniero Civil egresado de la UBA que desarrolló actividades docentes en las Facultades de Ingeniería y de Agronomía de la Universidad Nacional del Comahue; miembro del Consejo Directivo del Comité Argentino de Presas y de la Comisión de Recursos Hídricos del Centro Argentino de Ingenieros; fundador del Instituto Argentino de Recursos Hídrico y miembro del Consejo Directivo del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”, también consultor independiente, analizó las perspectivas de la energía hidroeléctrica en exclusiva para Energía Estratégica.
¿Están las centrales hidroeléctricas funcionando al 100 por ciento de la capacidad?
Efectivamente, las centrales hidroeléctricas de nuestro país están funcionando en condiciones normales. Desde los años ’90 las centrales hidroeléctricas que pertenecen al Estado Nacional y que suman una potencia instalada de 5.838 MW (el 52% de la potencia hidráulica total con que cuenta el país), fueron concesionadas a través de 13 unidades de negocio, cuyo detalle se incluye seguidamente.
A su vez deben considerarse las dos centrales hidroeléctricas binacionales que cuentan con una potencia hidráulica total de 5.090 MW. No toda esa capacidad usufructúa la Argentina, en efecto el reparto actual de la producción de energía eléctrica en la C.H. Salto Grande es al 50% para cada país (Argentina y Uruguay), mientras que en la C.H. Yacyretá el reparto es aproximadamente 90% para Argentina y 10% para Paraguay, resultando la producción que aportan al parque de generación argentino 3.825 MW, que sería un 35% de la potencia total del sistema argentino de interconexión.
El 12% de la potencia hidráulica total restante se reparte entre algunos aprovechamientos hidroeléctricos incorporados al sistema con posterioridad al proceso de privatización más diversos aprovechamientos hidroeléctricos provinciales.
¿Cuáles proyectos están avanzando para la construcción de represas?
Hay diversos procesos licitatorios en danza con diferentes estados de avance, pero el principal escollo es la financiación de las obras. Seguidamente se incluyen aquellos proyectos que están incluidos dentro del Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas llevado adelante por el Gobierno Nacional, más otros que también están en estado avanzado.
¿A qué se debe que esta fuente esté considerada líder en crecimiento junto a la nuclear?
Los proyectos multipropósito para almacenar agua y proveer energía hidroeléctrica pueden construirse de manera segura, económica y ambientalmente sustentable. Agua, alimentos y energía están estrechamente vinculadas.
Además de destinarse a la generación hidroeléctrica, estos emprendimientos pueden satisfacer necesidades tales como: provisión de agua para consumo humano, riego y uso industrial, control de inundaciones, navegación fluvial, turismo y recreación, entre otros destinos, razón por la cual hay que imputar adecuadamente los beneficios para la región de este tipo de emprendimientos cuando se los compara con otras alternativas.
Al año 2012 había 13.000 aprovechamientos hidroeléctricos funcionando en el mundo aportando una potencia hidráulica de 900.000 MW, a lo cual hay que agregar cerca de 150.000 MW que están actualmente en construcción. Argentina, habiendo aprovechado recién el 31% del potencial hidroeléctrico técnicamente explotable, cuenta con una potencia hidráulica instalada de 11.100 MW, es decir hay mucho por hacer en nuestro país en el futuro cercano.
La flexibilidad del aprovechamiento de los recursos hídricos para generar electricidad es fundamental para responder de inmediato a las variaciones de la demanda de energía, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo de otras fuentes intermitentes de producción, tales como la solar y la eólica, que son menos flexibles para atender variaciones de la demanda.
En consecuencia, la energía almacenada en el agua realza la confiabilidad de los sistemas eléctricos de forma limpia y eficiente, con la ventaja que la utilización de un recurso renovable como es el recurso hídrico no implica un consumo extractivo ni una alteración de las calidades del agua, en otras palabras se conserva la cantidad de la misma.
¿Cómo se posiciona en cuanto costo-beneficio frente a otras fuentes alternativas?
El aumento del precio de la energía y la necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero favorece el desarrollo de fuentes de energía renovables. La utilización de combustibles fósiles convencionales relativamente baratos está siendo progresivamente reemplazada en el mundo por el empleo de combustibles fósiles no convencionales más caros (shale oil, shale gas, etc.) empujando el costo de la energía hacia arriba.
Si bien los costos de implementación de los aprovechamientos hidroeléctricos constituyen inversiones importantes por la envergadura de la infraestructura involucrada, como contrapartida, sus costos de operación y mantenimiento son sustancialmente menores que los de otras fuentes de energía por no consumir combustibles durante su vida útil para la generación de energía.
Comparto en general lo expresado por el colega y en el corto plazo considero que debería prestarse atención a los aprovechamientos hidroeléctricos medianos que no requieren inversiones grandes difíciles de obtenerse en el país.
También sería interesante la participación de especialistas en otras energías tal como la nuclear de los que destaco al Ing L. Antúnez que en condiciones difíciles logró concretar la Central de Atucha 2.
Cabe señalar que a pesar de los planteos ambientalistas esta energía es la que compromete menos la emisión global de gases de efecto invernadero