Por Héctor Gasquet
Una manera de abordar la falta de conciencia energética en un individuo es asumir que este problema tiene raíces similares al de otros tipos de adiciones nocivas, como el alcholismo o las drogas. ¿Porqué establezco esta relación? Dos razones. La primera explicaría porqué un individuo puede adquirir una adición al consumo incontrolado de la energía, que hoy día se reduce casi por completo al consumo eléctrico.
La segunda, porque planteando el problema de esta manera, si se consigue “alertar” a un individuo sobre el mismo, se tendría un principio de solución. Estudios médicos muestran que un individuo que sufre una adicción necesita primero reconocer que tiene un problema. Recién entonces puede intentarse el comienzo de una cura.
Fácil adicción
Si la relación individuo-consumo se reduce a enchufar algo o accionar una llave interruptora, jamás este individuo desarrollará una conciencia energética. Más aún, el negocio de venta de energía alienta el consumo, o dicho de otra manera, alienta la adicción.
Si el mecanismo económico (generación-venta) no sufre interferencias externas (gobiernos), probablemente se consiguieren dos resultados: la no carencia de energía y un costo creciente que actuaría como agente limitador (mayor costo para el KWh=kilowatt.hora). Pero este mayor costo nunca alertará al consumidor sobre su adicción, ya que para él aparece como un “castigo”. Aumentar el costo energético no tiene ningún valor educativo.
La inmensa popularidad del consumo eléctrico lo convierte en un tema políticamente atractivo. Cuando los entes gubernamentales deciden “abaratar” el costo, subsidiando (únicamente) el gasto, la adicción se incrementa, y la inversión en nuevas fuentes de generación se paraliza, ya que el negocio generación-venta no reditúa como para permitir inversiones en nuevas instalaciones generadoras.
Al distorcionarse el costo por KWh generado por fuentes no renovables, el costo por KWh de las renovables aparece como excesivo.
Costos artificialmente bajos incrementan la adicción. Como un alcholista o un drogadicto, el individuo considera que tiene derecho a un consumo sin límites.
Si después de leer el último párrafo Ud se pregunta: ¿Soy yo un consumidor energético incontrolado?, entonces ha dado el primer paso para adquirir una conciencia energética práctica. La respuesta a esta pregunta depende de cómo responda al reducido cuestionario dado a continuación:
¿Apago las luces en los cuartos en que no estoy ni pienso estar por largo tiempo?
¿Apago el TV cuando nadie lo mira?
¿Les pido a mis hijos, y otra gente mayor que comparten mi vivienda, que lo hagan?
¿Tengo la más remota idea de los valores de consumo de lo que está conectado en mi vivienda?
¿ Tengo la más remota idea de cómo puedo aprender a determinarlos?
¿Puedo esbozar un “presupuesto energético” mensual?
¿Entiendo qué representa en energía el “prendido instantáneo”?
No se avergüence si sus contentaciones se reducen a un consinstente NO. Yo lo aplaudo por ser sincero. Asumiré que tiene Ud algo de curiosidad sobre el tema, de manera que trataré de ayudarlo a “despertar su conciencia energética”.
Comenzaré con un mensaje muy importante: ejercer un control sobre el gasto energético no equivale a disminuír su éstandard de vida, ya que ésta le permitirá usar más inteligentemente sus aparatos eléctricos e identificar soluciones para disminuír las pérdidas (calor/frío) minimizando lo que necesita para que su ambiente sea confortable.
Datos técnicos imprescindibles
Potencia y Energía (Watt o Kilowat y Wh o KWh)
Un simple ejemplo lo ayudará a entender estos términos. Si Ud usa una lámpara de 60 W en un velador, al prenderlo, estará usando energía al ritmo de 60W por unidad de tiempo. Supongamos, para simplificar, que el tiempo que permanece activa es de 1 hora. Entonces Ud habrá consumido una cantidad de energía dada por el producto 60 W x 1 hr = 60Wh (ó 0,06 KWh), ya que 1KW = 1.000 W.
Si el tiempo de uso es de minutos, dado que 1 hr = 60 min, en lugar de multiplicar por 1 hr Ud multiplicará por la fracción (No de min/60). Si el tiempo es de sólo segundos, la nueva fracción de hora estará dada por el número de segundos/ 3.600 (1hr = 3.600 segundos).
Carga
Este es el término técnico para denotar un consumo de energía eléctrica. La plancha, el TV, el aire acondicionador, etc. representan ejemplos de cargas eléctricas.
Resultados prácticos
Conocer el proceso de cálculo de la energía que consume es un paso importante en el proceso de educación energética. Una simple multiplicación es todo lo que necesita. Busque las plaquitas que le indican la potencia (número de watts) de su plancha, horno de micro-ondas, TV, etc. Piense cuántas horas (o minutos) usa cada uno de ellos durante un día o una semana y lleve a cabo las correspondientes multiplicaciones. Como un mes tienen aproximadamente 4 semanas, esto le permitirá evaluar su consumo mensual de energía.
Determinar el tiempo de uso es, sin duda alguna, la parte más difícil, ya que la mayoría de los consumidores no tiene “la menor idea” de los tiempos de uso. Lo único que les importa es que “haya energía disponible”.
Para que no pase la noche desvelado oyendo a su heladera arrancar y parar, le daré una idea de uso. Si sus puertas no se abren muy seguido, la temperatura de uso es la normal (ni muy baja ni muy alta) y está bien cuidada (más sobre el tema), considere que funciona unas 12 horas/día. Si ninguna de las asunciones dadas es válida, incremente el número de horas entre 16 y 18. El consumo en watts puede encontrarlo o en el manual o en la internet (página del fabricante), buscando el número de modelo.
Otros ejemplos
Una típica plancha consume entre 500 y 600 W. Una hora de planchado por semana representan un consumo energético entre 2 y 2,4 KWh/mes, respectivamente. Un horno de micro-ondas moderno consume alrededor de 1KW (1.000 W). Si bien suele usarse segundos o minutos a la vez, su consumo es casi el doble del de una plancha. Supongamos que al preparar la cena calienta un bowl de sopa, y otras comidas, y que el tiempo total de uso fué de 6 minutos. El consumo energético está dado por:
1 Kw x 6/60 = 1 x 0,1 hr = 0,1 KWh
Si asumimos que el uso diario se repite, por semana consumirá 0,7 KWh o 2,8 KWh/mes, un consumo equivalente a planchar 1 hora por semana, asumiendo que el horno no se usó ni al mediodía ni a la mañana para preparar el desayuno.
Ud puede apreciar que el simple inventariado energético puede hacerle cambiar la frecuencia con la que usa los artefactos de consumo substancial (uso más económico). Al respecto, llenar el lavarropas al máximo recomendado por el fabricante puede reducir el uso mensual, lo mismo que planchar la mayor cantidad de ropa posible por planchado. Una idea del desperdicio de energía al planchar, la dá el tiempo que tarda la misma en enfriarse, ya que se gastó energía para calentarla, pero ésta no se convirtió en el alizado de ninguna prenda de vestir.
Confeccionar la lista de consumos energéticos es equivalente a tomar un curso avanzado en conservación de energía. El proceso no difiere de una buena estimación de gastos e ingresos.
Otro resultado práctico es pensar en un consumo escalonado, es decir “no todas las cargas al mismo tiempo”. Dicho en forma práctica, no usar la aspiradora, el lavaropas y la plancha, por ejemplo, al mismo tiempo. Esto decrece el valor de la corriente tomada de la línea, el que afecta negativamente al transformador que suele usarse cuando el voltaje de servicio es bajo.
Cargas fantasmas
Muchos aparatos modernos, los TVs en particular, ofrecen el “encendido instantáneo”. Para ello los fabricantes reducen el consumo drásticamente cuando Ud “apaga” el televisor. Si tiene el manual, éste dá dos valores de consumo: activo y pasivo (“apagado”). Si Ud identifica dónde están estas “cargas fantasmas”, conéctelas a extensiones que tengan una llave interruptora. Cuando la extensión es apagada (OFF) recién entonces el aparato cesa de ser una carga eléctrica.
Repito, este consumo es muy bajo, pero si el TV permanece apagado durante las horas que Ud está fuera de su vivienda, en un mes, este consumo comienza a notarse.
Consejos prácticos
Heladera
Lea el manual o visite la internet para determinar el punto más económico para el enfriamiento.
No bloquee la salida de aire frío en el congelador.
Deje un espacio de unos 5 a 6 cm entre la heladera y la pared posterior (o muebles o paredes laterales). Esto mejorará la ventilación de la unidad.
Una vez por año aleje la unidad de la pared trasera y desconéctela por seguridad. Remueva un cartón ubicado en la parte inferior (vea el manual). Aquí se encuentra el “enfriador”, el que deberá ser limpiado, con cuidado, con una aspiradora, así como toda la zona exterior adjacente. Razón? : la tierra adherira al mismo o subseptible de adherirse, decrece su capacidad de enfriamiento.
Lavado y secado
Cargue la lavadora al máximo permitido por el fabricante y utilice agua tibia para el lavado y fría para el enjuagado, a fin de ahorrar energía. Los jabones modernos están diseñados para trabajar a menores temperaturas.
Si retira las camisas antes de que tengan un completo secado y las cuelga en perchas, ahorrará energía durante el secado, y quizás no necesite planchado posterior. Si Ud es priviligeado y tiene lugar para un secado solar, no sólo ahorrará energía, pero su ropa estará desinfectada por los rayos UV (ultra-violetas).
Casa habitación
Me falta agregar, un concepto MUY importante. El primer paso en el proceso de ahorro energético es disminuír las pérdidas debidas a la falta de aislación. Los códigos edilicios suelen ignorar este gasto de energía, no exigiendo aislación térmica mínima para las viviendas.
Cuando contemple la compra de un lote donde va a edificar su casa, tenga en consideración la orientación. Evite que las horas de sol (invierno-verano) no sean excesivas, de manera que la mayor superficie de ventana no mire completamente al norte o al sur.
Si construye una casa, oriéntela adecuadamente, aunque termine no siendo paralela a la calle. Este criterio práctico debe tenerlo presente cuando alquile un departamento o compre un piso.
Si edifica una casa nueva incorpore materiales aislantes, plante árboles de hojas perecederas para protejerse del rigor del verano, y use cortinas para controlar la entrada del sol, o las pérdidas de calor cuando éste no ilumina la ventana.
Infórmese sobre estos detalles y use su sentido común. Los resultados le ayudarán a aumentar su confort y bajar su consumo energético.
Seguridad
Este es un tema a veces invisible en la psicología nuestra. Sin embargo, si su vivienda tiene entre 40 y 60 años de existencia, épocas en que el uso de energía eléctrica era mucho menor, los cables usados en su instalación domiciliaria pueden que no estén en óptimas condiciones de uso o no tengan el calibre (diámetro) para soportar las corrientes necesarias para alimentar las cargas que se han adicionado durante años.
muy útil el artículo, coincido plenamente, no estoy de acuerdo con el abaratamiento subsidiado indiscriminado de la energía porque lleva a un consumo innecesario
Excelente nota. Muy util para pasarla a los alumnos.
Totalmente didáctico don Gasquet. Esto es lo que todos deberíamos internalizar y comenzar a dar en las escuelas primarias. Debemos borrar el concepto «yo pago para que me den un servicio y/o lo uso como se me da la gana». Esa falta de solidaridad con un servicio comunitario compartido ( millones estamos conectados a los mismos cables), hace que estemos yendo para atrás actualmente