Más de un centenar de naciones del mundo han presentado su Contribución Prevista y Determinada a Nivel Nacional (INDC, por sus siglas en inglés) ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) para poder participar de un nuevo certamen de la Conferencia de las Partes (COP 21).
En el destacado evento, que se celebrará del 30 de noviembre al 11 de diciembre en Paris, participantes centrarán esfuerzos en concretar un acuerdo global que incluya los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero durante el período 2020-2030. El objetivo: que se logre mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C.
Es por ello que el pasado lunes 28 de septiembre, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación hizo pública la propuesta de Argentina, tiempo después de que lo hicieran México, Costa Rica, Perú y Brasil. La demora le valió varias críticas de la oposición, tildando al gobierno nacional de irresponsable en materia medioambiental.
Finalmente, la INDC de nuestro país asegura poder reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (en adelante, GEI) en un 15 por ciento hacia 2030, y plantea poder alcanzar el objetivo de un 30 por ciento de obtener financiamiento externo.
“La Argentina podría lograr una ampliación en la meta de reducción si se dan las siguientes condiciones: a) financiamiento internacional adecuado y predecible; b) el apoyo a la transferencia, la innovación y el desarrollo de tecnologías; c) el apoyo a la creación de capacidades”, indica Nación en el documento enviado a la CMNUCC.
La pretensión está en obtener créditos de un fondo que podría llegar a concretarse en la COP 21. El planteo es que a partir del 2020 los países desarrollados, a partir de contribuciones públicas o privadas, aporten 100.000 millones de dólares al año para que países emergentes adopten políticas contra el cambio climático.
Por su parte, Juan Carlos Villalonga, mimbro de la asociación ambiental Los Verdes, en consonancia con otras agrupaciones, criticó la propuesta. “La INDC argentina es de muy poca ambición e incompatible con el objetivo de mantener la suba de la temperatura global dentro de los 2°C. Supone que las emisiones de CO2 seguirán creciendo en el 2030 cuando Argentina ya debería estar con sus emisiones en baja. El compromiso debería ser al menos de estabilización fijando una meta de al menos un 20% de reducción de emisiones”, opinó el presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la ciudad de Buenos Aires (APRA).
Al respecto de las declaraciones de Sergio Lorusso, Secretario de Ambiente de la Nación, que dijo que nuestro país propone una reducción del 30 por ciento de GEI, Villalonga reaccionó: “Se añade que se podría reducir un 15 por ciento más en el caso de recibir ayuda externa o sea, es una meta condicional. Expresarlo de ese modo es un engaño y, además, duplicar la reducción en base a ayuda, nos indica lo conservadora que es la propuesta del 15 por ciento”.
Lo cierto es que si todos los esfuerzos presentados a nivel global no se acercan al objetivo de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático pedirá un replanteo a los países intervinientes e invitará a profundizar sus medidas.
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