La asociación civil Iniciativa Climática de México (ICM) busca influenciar la toma de decisiones en el país para acelerar la transición energética hacia fuentes no contaminantes, descarbonizando todos los sectores de la economía y así hacer frente a los desafíos del cambio climático.
Mariana Gutiérrez Grados, investigadora asociada en ICM, participó ayer del Lanzamiento en línea del Informe Brown to Green 2019, allí indicó que “México es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Estamos obligados a comenzar los esfuerzos de carbonización para lograr cero emisiones netas para 2050”.
Para lograr los compromisos climáticos de México, la especialista indicó que se requiere un cambio transformador tal en el sector energético que hoy estaría yendo en contra del límite de temperatura del Acuerdo de París.
En este escenario el transporte representaría el mayor inductor de contaminación con combustibles fósiles. Por lo que sería un sector por abordar con detenimiento en políticas públicas y desde la iniciativa privada.
“Una transición en el transporte mejoraría la calidad del aire, reduciría la congestión y la cantidad de accidentes”, mencionó la investigadora.
Para ofrecer más precisiones al respecto, en el evento de lanzamiento en línea, Melanie Stein, facilitadora del evento, introdujo a Claire Stockwell (Climate Analytics) quien precisó que el Informe Brown to Green 2019 advierte que, si bien existen algunas iniciativas para optar por movilidad más sostenible en ciudades de México, la ausencia de políticas para reducir las emisiones de los vehículos de carga ligera y pesada repercutirá negativamente.
Por lo que sería prioritario avanzar con medidas que exijan un mejor uso y mantenimiento de estos rodados o bien que se busque descarbonizar transportes de carga, como estarían empezando a explorar algunos países.
El documento es claro cuando de políticas en materia de cambio climático se refiere y concluye que México junto a Brasil, Japón, Sudáfrica y los EE. UU es probable que no cumplan sus objetivos de NDC según las políticas actuales e inclusive los deberían aumentar.
«Desde las elecciones presidenciales de 2018, México ha dado un paso atrás en la política climática. Ha priorizado la financiación para «modernizar» las plantas de energía de combustibles fósiles, y en 2018 canceló una subasta clave de energía renovable. Ahora no solo es dudoso que México cumpla con su objetivo de NDC, sino que también se ha cuestionado el logro de sus objetivos de energía limpia del 30% y 35% para 2021 y 2024, respectivamente», sintetiza el documento.
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