“Todo va a seguir igual”, dijo el Ministro Iguacel apenas hizo su presentación ante los distintos subsecretarios del área de renovables. Con esta frase, parecía que la política sería similar a la de Juan José Aranguren pero con una muñeca política distinta, alineada a la de Marcos Peña, el Jefe de Gabinete.
Sin embargo, pocos días después de asumir en funciones, el hombre del PRO dejó en claro que su paso por energía no será silencioso. Desde un comienzo, alborotó los mercados con medidas drásticas, tanto en hidrocarburos como en renovables.
Desde el sector de las energías limpias siempre recuerdan una decisión inesperada: ocurrió el 18 de julio, cuando instruyó a la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA) a iniciar el proceso de recisión de dos contratos. Uno que firmó SOenergy International INC (estadounidense) y otro con Sinohydro (china).
Tras leer estas señales, varios empresarios de peso apuraron la solicitud de audiencias “exclusivas” con el flamante ministro, preocupados por conocer los planes de gobierno a futuro. También lo hicieron las cámaras que los representan.
“No va más el Programa Renovar”, le dijo Iguacel a uno de los hombres de negocios, quizás apurado y sin pensar, “en confianza” con un empresario del rubro.
“Me quedé con una buena impresión pero se nota que es un tipo duro y más político”, expresó otra fuente consultada por Energía Estratégica que tomó un café días atrás y prefirió no ser citada en la nota.
Si bien el comentario se dio en una reunión privada, empezó a difundirse en el “círculo rojo” y rápidamente caló hondo. Sobre todo porque se da en un contexto en que las líneas de alta tensión siguen retrasadas, sin novedades, y el mercado a término (MATER) gana interés entre los privados.
Al menos en estas audiencias, Iguacel dejó en claro su vocación de priorizar que los grandes usuarios avancen con proyectos de energía limpia: en las actuales condiciones de mercado prefiere avanzar por esta vía antes que las subastas públicas.
En cuanto al MATER, en las dos primeras ruedas de adjudicación, la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA) priorizó capacidad de despacho a 27 proyectos eólicos y solares por 716,1 MW.
Y, como si fuera poco, 29 compañías se encuentran compitiendo – ¿por otros 600 MW? – en la ronda que aún continúa en juego.
A priori, según pudo saber este medio, Sebastián Kind, el Subsecretario en la materia y creador del Programa RenovAr, no coincide plenamente con la postura de Iguacel.
A los empresarios les asegura que quisiera seguir sumando potencia limpia al sistema a través de nuevas tandas para alcanzar las metas que plantea la Ley 27.191, aquella que el mismo diseñó y ahora debe cumplir.
¿Se posterga realmente la Ronda 3 por la restricción del sistema de transporte en alta tensión? Este es el principal argumento público para justificar la incertidumbre sobre el lanzamiento.
“Se están haciendo estudios para medir la capacidad disponible”, sostuvo Maximiliano Morrone, Director Nacional de Promoción de las Renovables, durante el desayuno inaugural de un congreso sectorial días atrás.
Días después, se conocía la instrucción de Iguacel para iniciar el proceso de rescisión de dos contratos que dejarían libres 135 MW en dos nodos codiciados.
Si bien los players coinciden en las dificultades que plantea este condicionante técnico, el año pasado, cuando ya se conocía esta problemática, se anunció públicamente la Ronda 3. En ese entonces, fue el ministro Aranguren.
Con estos límites, si el Gobierno estuviera decidido en avanzar por el mismo sendero, podría intentar empalmar la potencia a adjudicar con las licitaciones de PPP de las líneas de alta tensión que en algún momento saldrán a la calle.
También tendría como opción regionalizar RenovAr para proyectos de menor escala o aprovechar las zonas – con menor recurso solar y eólico – que aún tienen capacidad de transporte disponible, además de aplicar el esquema de “Take or Pay”, cláusula que garantiza el pago de la energía a los generadores cuando existen inconvenientes para inyectar la energía por retrasos de obras.
Giro oficial
¿Cuándo cambió esta perspectiva en el Gobierno? Públicamente, el discurso viró tras la corrida financiera y la fuerte devaluación que desencadenó en un nuevo acuerdo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En paralelo, se sintieron las demoras de las subastas previas: de acuerdo a datos oficiales sobre 88 proyectos adjudicados en la ronda 2, apenas 42 firmaron sus contratos, lo que significa el 47%.
La última palabra
En este contexto, la expectativa de quiénes buscan nuevos negocios a través de una nueva licitación se basa en la necesidad política del presidente Mauricio Macri de conseguir y anunciar inversiones extranjeras ante una complicada carrera electoral hacia 2019.
Desde protocolo de presidencia llaman todas las semanas a los parques eólicos y solares para coordinar fechas de inauguración con la visita de Macri. A decir verdad, esas fotos valen más que nunca. Dos ejemplos son las granjas fotovoltaicas “Nonogasta” en La Rioja y “Caldenes del Oeste” en San Luis, las más avanzados en construcción, listas para cortar las cintas.
Esta vez, la campaña electoral podría influir con mayor intensidad sobre el rumbo de las energías renovables. Quizás en la mesa sectorial de agosto, cuando Macri se vea las caras con los funcionarios de Energía y Producción, sindicatos y empresarios, se conozca la última palabra.
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