Durante el Simposio de Hidrógeno Verde, organizado por el Colegio de Químicos, distintos expertos del mundo posicionaron a Costa Rica como un país con potencial para liderar los esfuerzos de la producción de hidrógeno verde.
A pesar de sus muchos beneficios para la descarbonización del planeta, a nivel mundial el elevado costo de la electricidad limita la producción de este elemento. En el caso de Costa Rica, se estima que, al obtener un 98% de la energía eléctrica de fuentes renovables, este costo disminuye.
“Décadas atrás, nuestro país decidió apostarle a la producción de energía eléctrica limpia mediante fuentes renovables como el agua, el viento o la geotermia. Esto ha marcado una gran diferencia en la actualidad, y es uno de los factores que nos representa un gran potencial en producción de hidrógeno verde”, comentó Sergio Musmanni, miembro de la Comisión de Química Sostenible del Colegio de Químicos.
A pesar de los esfuerzos por producir energías renovables el 65% del consumo energético del país se destina a industrias como el transporte, que aún dependen de combustibles fósiles que deben ser importados. Según expertos, el hidrógeno verde puede ser una solución para reducir las emisiones que generan este consumo de combustible en el sector transporte; especialmente para el uso de maquinaria pesada, aviones y barcos.
Más allá del transporte
Según Iberdrola, líder en materia energética a nivel global, desde 1975, la demanda global del hidrógeno como combustible se ha triplicado hasta llegar a los 70 millones de toneladas anuales en el 2018; sin embargo, este no es el único uso de este elemento. También puede utilizarse como energía aprovechable en metalurgia para la obtención de acero y cemento y materia prima en la industria química para fabricar amoníaco y fertilizantes que, posteriormente, servirán a la industria alimentaria.
En el caso del café este elemento puede utilizarse para hacer amoníaco, un insumo indispensable para la producción de fertilizantes.
“El hidrógeno verde puede convertirse en amoníaco y, posteriormente, en fertilizantes; ayudando no solo a generar una producción más limpia, sino también a atacar los problemas de aumento de precios (hasta un 400%+) y desabastecimiento provocado por la guerra, ya que aproximadamente el 70% de los principales fertilizantes utilizados en Costa Rica provienen de países que actualmente están en conflicto. Tener una fracción de este porcentaje producida en el país brindaría seguridad alimentaria y mayores posibilidades de mantener la productividad agrícola” comentó Musmanni.
El potencial del amoníaco como combustible libre de carbono, portador de hidrógeno y almacén de energía renovable también representa una oportunidad para que las tecnologías de hidrógeno renovable se implementen a una escala mayor. Se estima que entre un 25% y 50% del consumo total de combustibles de la industria naviera puede ser remplazada por amoníaco.
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