“Estamos trabajando en un programa que integre los recursos humanos avocados al rubro de energías renovables de todo el país”, asegura a este medio el único ministro que conservó su cargo luego del cambio de gobierno del 10 de diciembre: Lino Barañao.
El titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva revela que están sosteniendo diálogos con la cartera de Energía, más precisamente con el área de Energías Renovables, y actores de prestigiosos organismos como el CONICET, INTI y CNEA para la conformación del Instituto.
“Las energías renovables son una de las áreas centrales sobre las que estamos trabajando e invirtiendo, en todas sus vertientes: desde solar térmica, eólica pasado por turbinas marinas para poner en el Canal de Beagle”, apunta Barañao.
El ministro afirma que lo que se busca con la creación de un Instituto de Energías Renovables es avanzar mancomunadamente y de forma ordenada sobre investigación, desarrollo e innovación de las energías limpias.
“La idea es darle coherencia, masa crítica al tema; ver si hay requerimientos de equipamientos para uso común”, ejemplifica el funcionario y se compromete: “montar a través de una nueva institucionalidad una apuesta fuerte al rubro de las energías renovables”.
Consultado sobre líneas de financiamiento, Barañao declara que “no hay achicamiento presupuestario” por parte del Gobierno nacional, por un lado, y que por otro están recibiendo prestamos de organismos internacionales de crédito como el BID, la Cooperación Andina de Fomento y el Banco Mundial, “lo que garantiza la capacidad de inversión para avanzar en estos temas”.
Para ampliar sobre el tema, energiaestrategica.com entabló diálogo con Gustavo Gil, coordinador del Área de Energías Renovables del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El experto, momentáneamente de licencia dentro del organismo, destaca que es imprescindible una estructura orgánica, por más que sea física o virtual, de esa naturaleza. “Así redirigiríamos los esfuerzos ya que a veces trabajamos o por duplicado o descoordinados y sin lineamientos de mediano y largo plazo”, observa.
Además, el investigador pone el foco sobre la importancia de que “se prioricen líneas de desarrollo para pensar la energía del futuro; qué desarrollamos para los próximos 20 o 30 años”.
Al respecto y en concreto, señala: “Toda la tecnología en paneles solares traslúcidos u orgánicos va a permitir que de alguna forma la generación se conciba de otro modo, por ejemplo ya no como panel fotovoltaico sino como método constructivo. Para que esto suceda no faltan muchos años”.
Agrega que otro tanto sucederá en materia de recursos biomásicos, en cuanto valorización energética de residuos. “Nuestra cultura es de consumo y generamos residuos por lo cual hay que empezar a pensar, como mundo y como país, que se puedan recuperar como material y como energía. Hay mucho por estudiar y avanzar sobre ese tema”, indica.
“Hoy somos cavernícolas porque estamos quemando en combustión directa en calderas cosa que podríamos empezar a hacer de otra forma, como destilarlas, refinarlas, sacar material descompuesto”, observa Gil y concluye: “Es importante que el estado coordine los esfuerzos que a veces están aislados”.
Mis Felicitaciones y Éxitos para el Noble Emprendimiento. Soy Ing. en Construcciones y
hace varios años, en 1992, asistí a un «Seminario de Diseño Bioambiental y Arquitectura Solar» Dictado por los Dres. J.Martin Evans y Silvia de Schiller. Centro de Investigación «Hábitat y Energía» FADU-UBA.
Y desde ese entonces se me encendió la chispa de estudiar Energías Renovables. Realicé un Posgrado en Sevilla-España y luego una Maestría Interdisciplinaria en Energía en la UBA. Ahora estoy en el proceso de TESIS de ésta última. Y siempre soñé con participar en investigaciones aportando aunque sea un granito de arena para el bien de mi País y del Mundo entero. Hasta pronto.
Lo que se debe hacer es un Comité coordinador con representantes de Ministerio de Energía Y MINCyT que refuerce económicamente los grupo existentes, que son mucho y de muy buena calidad y priorice los temas que el país necesita. La Secretaría de Ciencia y Tecnología lo tuvo en la década del 80 hasta comienzo de la del 90 y se llamaba Programa Nacional de Energías Renovables y funcionó muy bien e interaccionaba con la entonces Secretaria de Energía. Espero que no quieran constituir un Instituto con edificios etc, que sería duplicar esfuerzos.
¿Existe un Ministerio de las Heladeras? ¿El Instituto de la Salamandra? La energía alternativa es un fierro que produce calor, o una placa de silicio que produce electricidad, o una helice y bovinados que aportan Kw, o una bomba que aprovecha el gas de la combustión de las basuras, etc. La Industria Nacional tiene que ver las oportunidades e interesarse por las nuevas líneas blancas… y estará todo dicho.
Institutos y Centros de investigación de gobiernos son creaciones modernas propuestas por mano de obra desocupada que aspira a emplearse en empleo público. Esa mano de obra capacitada debería ser requerida por la industria, que todavía no puso el ojo en el mercado porque no hay estandarización. Para decirlo de otra manera, las heladeras, lavarropas y cocinas son todas iguales. Los Solares o turbinas aún no. Cuando triunfe un modelo en el mercado se impondrá a través de la Iindustria Nacional y como siempre, los Institutos y ministerios de empleados públicos correrán atrás de la industria estorbando y homologando, y nunca adelante.
Mario Katz, creo que la postura de dejar que la industria haga todo por si sola ya ha demostrado numerosas veces que no funciona. La industria va a invertir en lo que el convenga, maximizando sus margenes de rentabilidad y arriesgando lo mínimo. Sería fantástico que haya empresas haciendo I+D y desarrollando productos nuevos, empleando ingenieros y doctores, pero eso funciona cuando ya tenés una economía plenamente desarrollada. Los países que corremos desde atrás tenemos que apuntalar esa I+D desde el Estado. De ninguna manera los Institutos y Centros de Investigación son creciones para el mantenimiento de mano de obra desocupada, sino lugares desde donde aportar al desarrollod e la ciencia y tecnología nacional. Estamos hablando de recursos humanos altamente calificados.
En cuanto a la última expresión, sobre aquello de que «los Institutos y ministerios de empleados públicos correrán atrás de la industria estorbando y homologando, y nunca adelante», hay un error de concepto. Los institutos y centro de investigación no tienen que competir con la industria, no es su función. Su función es estar un paso adelante, investigando, explorando, desarrolllando lo que vendrá.
Conclusión: bienvenido sea el Instituto de Energías Renovables .
Saludos
Barajar y dar de vuelta, no sirve, está probado.
Cambiemos el paradigma, en todo caso barajar, filtrar, desechar, elegir direccionamientos, seguir las pautas, y cada cinco años hacer ajustes en relación a maximizar objetivos corrigiendo desviaciones. Desde 1985 me atrapan las renovables, más tarde obtuve un entrenamiento aquí y en Europa orientado a la generación eólica. Trabaje dos años en Alemania en Certificación e Inspección de grandes aerogeneradores y antes de mi regreso preparé un proyecto nacional sobre Energía Eólica e Hidrógeno, que envié a la secretaría privada de N. Kirchner en el 2004. El proyecto fue innovador redimensioné el potencial eólico, hablaba de una inserción eólica del 40% y se me criticó tenazmente por supuestos conocedores que decían que el máximo posible era no más del 5%.
Hoy Uruguay va camino a superar ese porcentaje, el que yo proponía, ellos comenzaron con el enunciado de su plataforma presidencial por parte de Tabaré Vázquez en su primer período, donde prometió 100 MW que se fueron cumpliendo y superando enarbolando la “Independencia Energética”, para escaparse del mercado petrolero, elemento que no cuentan hasta ahora y cuyos precios manejaba la OPEP . Hoy van a camino a ser el país con mayor inserción en renovables.
Aquí, antes de formar nuevas estructuras, se debe definir adecuadamente el objetivo a lograr, y posteriormente a las estructuras existentes se les debe imponer el objetivo, ellas analizaran y se comprometerán a lograrlo, o no. En este último caso, debe disolverse la estructura existente y adoptar una nueva con el mismo compromiso.
Terminemos el minué, la administración anterior cuando era Secretaría de Ciencia y Tecnología e Innovación Tecnológica, se dejó pasar de largo el desarrollo eólico mientras tanto en Brasil y Uruguay, crecieron a pasos agigantados hasta lo que hoy podemos ver, y ninguno de ambos poseía la tecnología para fabricar aerogeneradores de potencia para ese tiempo mientras que aquí contábamos con ello. Hoy Brasil fabrica aerogenerdores y Uruguay fabrica torres de cemento, en ambos casos de la mano del mayor fabricante de aerogeneradores alemán Enercon. También vale decir que Alloys Wobben creador y propietario de Enercon antes de instalarse en Brasil anduvo por estos lados con la idea de instalarse, más cuando recalo por la embajada de la calle Villanueva al 1000 le hablaron de la inseguridad jurídica local y entonces apunto hacerlo en Sorocaba muy cerca de Sao Pablo, Brasil.
Hoy la Secretaría de Energías Renovables está preocupada por la falta de energía cosa cierta, pero olvida el tema de la fabricación local, será tema de otro ministerio?
Seguimos el minué entonces? Y nos abocamos a pensar en que las soluciones están centradas en las instituciones que aún no contamos y nos olvidamos del objetivo porque el gobierno no lo ha definido, ni manifestado o no lo quiere conocer.
No existe buen viento, para quien no sabe en qué dirección navegar, viejo dicho de Guillermo von Oranien Nassau (1533- 1584. Estatúder de las viejas provincias del norte de los Países Bajos