Argentina es una de los líderes a nivel mundial en producción de biodiesel. En el año 2006 el Gobierno de Néstor Kirchner reguló la actividad, estableciendo beneficios para los inversores, legislación que hizo posible el aprovechamiento del gran potencial que presenta, por disponer de la principal materia, la soja.
Federico Pucciarello, titular de Bio Energy y directivo de la Cámara de Empresas Pymes de Energía y Biocombustibles (Cepreb) conversó con Energía Estratégica acerca de las potencialidades que presenta la actividad en nuestro país.
¿Qué hace a la Argentina una industria fuerte en el contexto internacional?
Argentina tiene la industria de biodiesel más eficiente del mundo porque es el principal productor de aceite de soja del planeta. El polo aceitero de Rosario es el más grande del mundo de molienda de soja, por eso la balanza energética del biodiesel da tan bien: aquí llega todo el cereal por tren, barco y camiones, con fletes muy cortos. Sumado a la siembra directa, que es un invento argentino, hace que la eficiencia de la industria sea realmente extraordinaria.
¿Es por eso que la Unión Europea no puede competir con la producción nacional?
Las denuncias de la Comunidad Europea de dumping son falsas. No pueden entender cómo es tan barato nuestro producto. Pero lo cierto es que tenemos recursos naturales. Argentina hoy es la Arabia Saudita de los recursos naturales. Nuestro país tiene el segundo coeficiente biológico del planeta, después de Canadá. Si vos dividís todos los recursos naturales por cantidad de habitantes cada uno de nosotros tenemos 115 hectáreas de recursos naturales disponibles, mientras que un europeo tiene 85 metros cuadrados, es imposibles que pueda competir con un país de 115 hectáreas cada uno.
¿Cómo se dio la integración de las pymes con las aceiteras?
Cuando empezamos en estos proyectos no sabíamos si la alianza la teníamos que hacer con nuestro consumidor, que era la petrolera, o con nuestro proveedor, que era la aceitera. Ahí nos dimos cuenta que, en realidad, si bien la inversión del activo en sí misma era altísima, para una empresa pyme no era lo más complejo, sino que lo dificultoso era generar el negocio, que requería muchísimo capital de trabajo. Ahí nos dimos cuenta que teníamos que aliarnos a nuestro proveedor de materias primas y empezamos a firmar convenios con las aceiteras.
¿Crees que en el mercado hay lugar tanto para grandes multinacionales como para las pymes?
Hoy prácticamente las pymes cubren el 100 por ciento de la cuota interna. Hay aceiteras que este tiempo han logrado comprender el “blending” entre pyme y empresa grande. Saben que en el mundo no podemos seguir con un plan de transnacionales continuo donde cada vez son más grandes las transnacionales y menos las pymes.
Como argentino que veo desde cerca el funcionamiento de la industria pyme, lo que es capaz de generar en la economía regional, su impacto en la sociedad, el cambio que ha generado a la realidad de la zona, me indigna saber que algunos dudan todavía de la eficiencia de este tipo de empresas.
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