En el Informe de 100 Días de Gobierno del presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Andrés Manuel López Obrador, nada se habló sobre el presente o futuro de las energías renovables. Como antítesis, se nombró las recientes consultas públicas para avanzar sobre el gasoducto y la termoeléctrica del estado de Morelos.
Las subastas de energía a largo plazo tampoco están en el centro de la escena hoy. El primer mandatario se refirió a planes de licitación este año solo para concesiones de líneas de fibra óptica, puertos, trenes turísticos y de carga. Por lo que, como entidades involucradas directamente en procesos de convocatoria para renovables, el CENACE, operador independiente del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y administrador del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) en México, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Energía (SENER), a cargo de la Ing. Rocío Nahle García, deberán reunirse para decidir el camino a seguir en los próximos años.
El Plan Nacional de Desarrollo que el Gobierno dará a conocer en detalle este 2019, ya contempla el trabajo sobre una Nueva Política Energética para el Bienestar de México. Por el lado de la SENER, su titular organizó distintos foros de participación ciudadana para poder delinear la ruta que seguirá su equipo conforme a los requerimientos de Estados clave para el sector. De allí, es que ya se están reservando fondos para avanzar con medidas concretas hasta 2024.
“Estamos invirtiendo más para la producción de petróleo, para la refinación y para la generación de energía eléctrica”, adelantó el primer mandatario.
En detalle, según números oficiales, mientras que en 2018 el presupuesto de inversión ejercido por Pemex fue de $185.830 millones de pesos mexicanos, ahora sería un 46% más, $272.627 millones de pesos. En tanto, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quien habría ejercido el año pasado $37.200 millones de pesos mexicanos de inversión, ahora dispone de 64% más, $61.000 millones de pesos.
López Obrador anunció ir por “la cuarta transformación” de México en el ejercicio de su mandato. Para ello, se planteó objetivos de gobierno ambiciosos para este sexenio; entre ellos, erradicar la corrupción sería prioritario, por lo que el sector energético ya empezó a atravesarlo.
La cancelación de la cuarta subasta de energía a largo plazo que tiene su origen en la revisión de los objetivos y alcances del proceso también tendría como foco de cuestionamiento “conflictos de interés con empresas participantes”.
En este sentido se señala a Iberdrola, empresa donde (desde 2016 hasta hace muy poco tiempo) habría trabajado Felipe Calderón Hinojosa –expresidente mexicano (2006-2012) quien también había desempeñado funciones como secretario de Energía (2003-2004)–. El mismo Calderón indicó que su participación que fue como consejero independiente de la empresa americana Avangrid, en el área de energías renovables, donde Iberdrola tiene participación accionaria, ya no era tal y se realizó en los tiempos que se consideran oportunos.
“Me gustaría que hablemos de la energía renovable. A mi me preocupa que la decisión del sector eléctrico ahora es cancelar proyectos de energías renovables, licitaciones de energía solar, eólica… están cancelando proyectos para conectar al país con la energía del futuro y están volviendo a producir electricidad con carbón, que es la fuente más contaminante, la que más daña la salud humana y daña al planeta produciendo el cambio climático ahora. México no puede dar ni un paso a tras en su matriz energética para volver al pasado y dañar al planeta y contaminarlo como lo va a ser y ya lo está anunciando el presidente López Obrador”, acusó Calderón.
Los dichos a los que se refiere el exmandatario se relacionan con los planteados por Lopez Obrador al anunciar ir por “el rescate del sector energético”. Y, aunque el plan previsto mostró como prioridad la extracción de petróleo y gas, las energías renovables no estarían desplazadas aunque sí relegadas a un plano medio que podría llevar a no incentivar nuevos desarrollos.
“Esto de los subsidios a las empresas no sucede en ningún país del mundo. Entonces ahora hay una nueva política porque queremos fortalecer la CFE que como PEMEX se dejó en el abandono, para hacer estas empresas a un lado y dejar todo el mercado al sector privado con costos elevadísimos”.
El plan de austeridad que quiere implementar López Obrador requiere ajustes a las empresas para poder trasladar un precio estable a los usuarios, por lo que no se descarta que se revean contratos existentes producto de la anterior “reforma energética” que fue desprestigiada por el actual presidente en su discurso de los primeros 100 días de mandato.
“El proceso de desmantelamiento y pillaje en este sector se profundizó y buscó legalizarse con la llamada Reforma Energética, que ha resultado un rotundo fracaso (…) la gente decidió a favor de un cambio de régimen y por otra política económica; y ahora, a pesar de la complejidad del problema existen condiciones favorables y la firme determinación de rescatar el sector energético nacional”.
Antes de su inicio en la función pública, Luis Abelardo González, titular de la Unidad de Políticas de Transición a Energías Renovables de la SENER, adelantaba la intención de la nueva administración por desarrollar e impulsar la Industria Mexicana de Energías Renovables, para lo que sería necesario una política de “Integración Nacional de las Cadenas de Valor de la Transición Energética de México”. Lo que, sumado a cancelación de la última subasta de energía, todo perfila a que el renovable es otro sector en el que el gobierno no tiene el plan de aumentar en participación privada.
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No obstante, surgen algunas alternativas que podrían estar siendo analizadas por el Gobierno para retomar su intención de campaña de crecer en renovables para cumplir con el 35% de penetración en la matriz energética al 2024.
Un horizonte distinto se abriría con “Solarmex”, una sugerencia que Jeffrey Sachs, prestigioso académico estadounidense y exasesor en Naciones Unidas, estaría realizando a funcionarios de López Obrador para impulsar renovables. Así como Pemex pero de la tecnología fotovoltaica, Solarmex podría ser la respuesta que buscaría este
«¿Por qué construir una refinería que se convertirá en un museo? ¿Por qué invertir en Pemex cuando lo que México realmente necesita es un Solarmex?”, dijo Sachs en exclusiva a Justin Villamil para Bloomberg y El Financiero Mx.
Por su parte, Katya Puga Cornejo, subsecretaria de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) propuso como alternativa volver a las subastas pero “centralizadas”.
“Una Subasta de Energía Eléctrica Centralizada es uno de los esquemas que se deben considerar dentro de la Transición Energética (…) es un modelo para enfrentar los estragos del cambio climático desde el sector energía”, sostuvo la funcionaria.
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