El próximo miércoles 9 de enero se reunirá la Liga Bioenergética. Espacio congrega a siete provincias –Santa Fe, Salta, Jujuy, Tucumán, Buenos Aires, Santiago del Estero y Córdoba- y cámaras empresarias que integran a todos los sectores: la Cámara Sucroalcoholera Argentina, Biomaiz, Cepreb, Carbio y CIGBO, entre otras.
“La jornada va a ser importantísima”, resaltó una fuente en diálogo con Energía Estratégica. Es que allí se empezará a discutir una propuesta en torno al aumento del mercado interno de biocombustibles, tal como fue acordado con el secretario de Energía Javier Iguacel, el pasado 5 de diciembre.
Una vez redactado el documento, será girado al despacho del funcionario nacional y puesto a su consideración. Según fuentes empresarias, el Poder Ejecutivo tiene en planes lanzar un proyecto de ley en marzo, durante el nuevo período legislativo del 2019.
Para la Liga no será fácil armar la propuesta: requerirá de varias discusiones. Todos están de acuerdo en que debe aumentarse el cupo de corte de biodiesel –B10: 10 por ciento en gasoil- y de bioetanol –E12: 12 por ciento en naftas-, pero hay un sector que quiere que el mercado se desregularice por completo y otro que puja por que siga regulado, alentando una extensión de la Ley 26.093. Un debate a resolver.
Según las fuentes de mercado, el Gobierno nacional, independientemente de la propuesta de la Liga Bioenergética está evaluando aumentar cortes de distintas maneras. Para el bioetanol, analiza tres esquemas, explican.
Por un lado, el estadounidense, que propone incorporar vehículos hasta E 85 –que puedan funcionar hasta un 85 por ciento de bioetanol en nafta-.
Por otro, un modelo ‘Mercosur’, similar al de Brasil, aumentando el piso del E 12 al E 19 o E 27,5 y paralelamente rodados con motores Flex de hasta un 100 por ciento de bioetanol.
O finalmente vehículos ‘Tetra Flex’, capaces de ser impulsados con electricidad, gas, nafta o bioetanol, indistintamente de acuerdo a la conveniencia del usuario.
Para el biodiesel, analizan seguir con el B10 como piso y aumentarlo a un B20 para aquellos que deseen aumentar la carga.
Por otra parte, la ley incluiría un impuesto mayor sobre la tonelada del CO2, en línea con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París, aseguran las fuentes.
“Este impuesto dejaría en igualdad de condiciones a los biocombustibles con respecto a los combustibles, que son más dañinos al medioambiente”, cierran las fuentes.
Espero que exista un proyecto inteligente y justo. La intervención del Estado es imprescindible para regular estos temas BIO. En materia de precio de biodiesel y bioetanol, es impensable poner en practica algo que ponga en manos de la «buena voluntad» de las petroleras, con el grado de concentración de demanda que tienen (una sola tiene el 70% del mercado). También deben considerarse «las asimetrías» dentro de los sub-sectores. Por ejemplo, el impacto indirecto que tienen las retenciones a las exportaciones de cereales sobre el precio de mercado interno de los mismos y que constituyen un subsidio, o el diferente daño en materia de emisión de CO2 que liberan la producción de los distintos biocombustibles.
El bioetanol y biodiesel está materia prima lo pueden obtener de EL SARGAZO si les interesa dejarme saber.