La falta de políticas energéticas en la República Argentina, sigue siendo eje de debates. En el noroeste del país, los reclamos alzan su voz en el marco de un Estado que hace oídos sordos, ignorando por completo los beneficios medioambientales y económicos que implica el desarrollo de tecnologías sustentables.
Arte Sol y Agua es una empresa oriunda de Yerba Buena (Tucumán) y allí la situación es preocupante. Dedicada a la fabricación de piscinas de fibra de vidrio y al diseño de toboganes acuáticos, ofrece también servicios de instalación de calefones solares para calefacción de agua sanitara. No obstante, la falta de conocimiento en torno a energías alternativas complica el panorama para éste último rubro, que tuvo escaza evolución respecto del mismo período del año pasado.
Su titular, el ingeniero Daniel Lagarde, explicó que en el noroeste argentino la gente no está sensibilizada en materia ecológica y el escenario se complejiza aún más, con la no participación del Estado y la falta de difusión respecto de ventajas y beneficios del desarrollo sustentable. Además, aludió a un momento crítico en torno a la fabricación nacional de calefones solares: con precios incapaces de competir en el mercado internacional, son destronados por productos importados económicos y de características similares.
De acuerdo a lo expuesto por Lagarde, los insumos con los que trabaja su empresa, fueron importados desde China hace dos años, a un precio mucho más accesible que los ofrecidos desde la industria nacional y con resultados altamente positivos. Sin embargo, no ha vuelto a comprar en el exterior por la situación de default que atraviesa el país.
La manufactura de este tipo de productos en el territorio asiático es completamente automática. La chapa llega en rollos que son cortados maquinalmente, en un proceso muy distinto al nacional, donde la producción de calefones solares requiere de mano de obra calificada y horas hombre, que incrementan los costos de producción. El resultado: tecnología más cara y mucho menos competitiva.
«Recién ahora tengo entendido que una de las fábricas se va a equipar un poco mejor, pero es complicado que pueda competir con otras industrias de nivel internacional”, esbozó el Ingeniero. Por su parte, las autoridades estatales justifican la falta de hechos con problemas de divisas.
El ejemplo en Tucumán está dado por la zona de Tafí del Valle, donde el desarrollo energético sigue siendo nulo, incluso en zona donde no hay gas natural. Además, de los 30 hoteles que se encuentran emplazados en dicha ciudad, solamente uno está equipado totalmente con energía solar (tanto la piscina como las habitaciones); los demás siguen consumiendo electricidad.
“Lo que no entiendo por parte del Estado, es por qué no fomentan la instalación de calefones solares, mediante créditos blandos que posibiliten el acceso a estas tecnologías”, reflexionó el profesional. Poco después, agregó que la diferencia con otros países es abismal y se preguntó: “¿Qué pasa con los políticos que representan al NOA? ¿O será que las empresas petroleras y de energía eléctrica hacen lobby para frenar el desarrollo sustentable?”, arrojó el especialista.
La tensión crece si se tiene en cuenta que Argentina es un país donde los recursos necesarios para la diversificación energética, existen en exceso y sobre todo en el norte. La falta de legislación es evidente si se la compara con el caso de España, donde se firmó por Ley la obligación para todas las construcciones nuevas, de instalar sistemas de calefacción solar. Esto en el marco de una política energética de más de diez años.
“En Alemania pasa lo mismo, abundan los paneles solares, tanto para la producción de energía eléctrica, como para calentamiento de agua. Visto y considerando esto, lo que está ocurriendo en Argentina es aberrante”, dijo el directivo con un halo de bronca.
En este contexto, Arte Sol y Agua sobrevive a partir de sus otras actividades, que son mucho más rentables en el NOA. Aunque lo cierto es que, para Lagarde, la energía solar es un asunto pendiente: “He invertido recursos económicos y mucho esfuerzo para propiciar un paso adelante hacia las energía alternativas, lamentablemente no he obtenido ningún apoyo por parte del Estado”, sentenció.
Después de repetidas visitas a coordinadores de área, intendentes y demás autoridades políticas, el profesional no obtuvo respuesta alguna. Incluso, considera que esto refleja claramente el drama frecuente del país: no existe preocupación por impulsar sistemas positivos. El caso de Santa Fe, se instala aquí como la contracara, donde el impulso de las energías renovables gana cada vez mayor relevancia
A pesar de ello, algunas luces se encienden en medio de la oscuridad. Desde la empresa, aseguran que entre 2013 y 2014 se pudieron equipar escuelas de alta montaña con sistemas de paneles solares. No obstante, siguen siendo casos aislados. “En ésta área del territorio necesitamos de la intervención política para alcanzar nuestros objetivos y es indispensable que entiendan el ahorro, en todos los sentidos, que implica este tipo de tecnologías. Para lograrlo, necesitamos del Estado”, culminó el edil.
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