19 de diciembre 2018

Ecuador tendrá la primer central de biogás plug and play de Biogastiger en Latinoamérica

La empresa FWE desembarcó en Latinoamérica para presentar su central de digestión anaeróbica automatizada. En entrevista con Energía Estratégica, la Ing. Karen Guerrero, Gerente Regional de la empresa detalló en qué consiste el sistema y sus intenciones de negocios en Latinoamérica.

¿Cuál es su oferta en la región?

Presentamos una tecnología muy eficiente para la generación de biogás y estamos haciendo propuestas atractivas tanto a agroindustriales como a municipalidades. Todo el sistema se llama Biogastiger, es una marca registrada. Tú necesitas solo una plataforma y el resto es elaborado en Alemania. Se trata de una estructura de acero con geomembrana que incluye este sistema que maneja un 35% de sólidos, no maneja agua porque esta no se transforma a biogás, y por esa razón tenemos nuestro enfoque en utilizar los residuos de la comida, para generar más de un 50% de metano y así tener proyectos super rentables.

¿En qué consiste su primer proyecto en Latinoamérica?

En principio, nuestra empresa desembarcó en Ecuador tras un develop PPP financiado por el Ministerio federal de cooperación económica y desarrollo (BMZ), con una institución académica que recibió la transferencia de tecnología y conocimiento, y dos compañías (TecoPesca y el Grupo KFC) que se vieron beneficiadas por el análisis de sus sustratos que descubrió su potencial de generación de metano. Todo esto fue un proceso de ganar-ganar entre todos.

Luego de aquello es que el Grupo KFC decidió firmar un contrato con nosotros. Para hacer funcionar el sistema de Biogastiger se utilizará en este caso el guano (estiércol de pollo) mezclado con arroz y el agua residual de la planta faenadora en mezcla con el jacinto de agua (lechuguin acuático. A partir de allí, procesaremos 10 toneladas al día de aquella mezcla de residuos, que fueron analizados en uno de nuestros laboratorios contenedores que se diseñaron específicamente para Latinoamérica (no existe de hecho en otras partes del mundo) diseñados para llevarlos al campo, hacer análisis in situ y en tiempo real. Con el laboratorio supimos que tendremos un 55% de producción de metano allí, con lo cual vamos a generar 100m³ por hora de biogás y generación de medio megavatio, 558 kWh para uso térmico. Con estas cifras vamos a reemplazar el 40% del consumo de 3 calderos a diesel, considerando que la empresa KFC consume 1 millón de dólares al año en diesel.

El sistema que ustedes ofrecen es para autoconsumo, ¿están pensando incorporar en su oferta la conexión e inyección de energía a la red eléctrica de alta o mediana tensión?

Correcto. En algún momento queremos entrar al mercado latinoamericano con conexión a la red, todo depende de la realidad de cada país. Por ejemplo en Ecuador, donde hemos avanzado con más análisis de negocios, el precio de la energía es US$ 0,09 centavos de dólar por kilovatio hora (con subsidio), y con ese valor no podemos proponer el sistema para generación eléctrica exclusivamente, es más conveniente en ese escenario ofrecer térmica, donde el precio de los combustibles es más alto y puedo hacer un proyecto rentable. Si vamos a otro país este precio varía. 

¿Cuál es el valor agregado de esa tecnología?

Se puede implementar en cualquier parte del mundo porque es montable. Tanto es así que es posible rentar inclusive por unos meses y si la agroindustria se debe mover de lugar, simplemente se mueve con toda la planta. 

En este sentido, otras tecnologías requieren obra civil, mantenimiento y operarios durante toda la vida útil; en cambio, esta tecnología, que puede ser onerosa al inicio, si uno regresa a ver a largo plazo cuánto se invirtió, el ahorro es grande. Alemania y nuestra empresa especialmente ha recogido experiencia durante 40 años para llegar a un sistema más eficiente, que no represente un dolor de cabeza y que lo considere como una agroindustria más que revaloriza residuos y no como una planta de tratamiento.

Por otro lado, todo está automatizado. Este no es un sistema SCADA, como en las plantas normales. En nuestro caso contamos con un software alemán que se ha diseñado específicamente para la planta.

A todo esto se le suma que nuestras plantas cumplen con la directiva para maquinas de CE, este es un sello que normalmente tienen las maquinarias industriales y en este caso se ha logrado obtener la certificación para toda la planta, es decir que se puede considerar una máquina de transformación de residuos orgánicos a biogás.

¿Qué sustratos maneja?

Los sustratos que tienen alto poder calorífico que son los lignificados, residuos maderosos o bagazo de la caña, requieren de otro sistema que los combustione porque ese es su potencial. Nuestro sistema es ideal para residuos de comida, porque tienen bajo poder calorífico y alta humedad.

¿Qué potencial identifican en el mercado latinoamericano?

El potencial es enorme por toda la actividad agroindustrial de Latinoamérica y además por las condiciones naturales de la región. Cuando se implemente esta tecnología en Latinoamérica, también tendremos la ventaja del clima. Por ejemplo, en Alemania esta tecnología trabaja en invierno a -20 grados, se congelan las tuberías y motores, allí necesito más calor para calentar todo el sistema y utilizo esa misma energía perdiendo dinero, y aún así funciona de un modo super rentable en el escenario europeo. Esto ya está cubierto, hay muchas empresas que como nosotros desarrollaron durante años allí y ahora estamos buscando nuevos mercados.

¿Cómo sigue su agenda en lo que queda de este 2018?

Estamos levantando intereses en todos los países de Latinoamérica para organizar una misión el próximo año invitándolos a la inauguración de la primer planta Biogastiger en Ecuador y que los interesados puedan ver el equipo en funcionamiento e identificar sus ventajas.

Justamente por esto visitamos Chile y Argentina, tenemos ya contactos con empresas de biogás que han desarrollado sus sistemas y quieren incorporar el nuestro para tener un repotenciamiento de su producción de biogás. Entre ellos hay una empresa vinícola, la Viña San Pedro, entonces también identificamos que hay un mismo giro de negocios con la producción de vinos.

Además en Colombia: Barranquilla, Cartagena y Bogotá, hay mucho interés y el próximo año abriremos una oficina en Bogotá, porque los proyectos que están surgiendo están asentados en Colombia.

Ya en lo que sería la región Caribe, estuvimos en Martinica, Guadalupe, Aruba y Curacao. En este sentido, el escenario insular es muy similar al que se tiene en Galápagos en Ecuador, donde la gran cantidad de oferta hotelera generó toneladas de residuos orgánicos que no se gestionan y hay una fehaciente necesidad de energía eléctrica que es muy costosa y demanda enorme de sistemas de enfriamiento, que son dos factores que se pueden generar a partir de biogás.

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