¿Cómo afecta el déficit energético a la competitividad de la industria nacional?
El déficit energético es la dependencia del precio internacional, que rompe con la tradición establecida en el país desde 1929, donde YPF manejaba los precios sin importar, dirigía el mercado y se quedaba con las utilidades. La industria tiene que acceder a precios competitivos, no se puede dejar el negocio en manos de las multinacionales, no les importa, se llevan las utilidades y se acabó.
Hay desarrollarse teniendo reservas suficientes y poder para manejar los precios, como hizo Brasil, que ha guardado su petróleo para el desarrollo. Como hizo Estados Unidos para evitar su dependencia y poder manejar los precios, prohíbe las exportaciones y ha desarrollado el fracking, con gran lío, pero se privilegia la soberanía, que es la capacidad de tomar decisiones por sobre el negocio de los petroleros. Hoy en la Argentina eso no se hace; acá parece que los ministros de energía y petróleo son Bloomberg y Halliburton, con Gallucio a la cabeza.
¿Cuáles sectores se ven más perjudicados?
Todos. Es un cuento lo del precio internacional. Es mentira porque cuando baja en los mercados internacionales en Argentina no se refleja y la gente no lo puede pagar. Y la filosofía que existió desde Irigoyen hasta Alfonsín, inclusive, era que todos tenían que acceder, no importa cuánto ganen o donde vivan, todos tenían que poder tener acceso a la luz, al gas o a la nafta. Vos tenes que vivir para vos, como hace Bolivia con una política totalmente manejada por el estado, como hace Uruguay que es totalmente importador pero lo maneja con el ANCAP. Ahí no hay un tercero que maneje la cosa.
¿Cómo evalúa las políticas que se están tomando para el sector?
El gobierno es un discurso de la dependencia. Kirchner es uno de los cuatro grandes responsables de la venta de YPF. El radicalismo tiene un grupo de gente con Rogel, Artaza, Cimadevilla y otros diputados y senadores, que son minoría, que manejan la tradición del radicalismo, que es el monopolio estatal. El resto han comprado el liberalismo del grupo de los ex secretarios, que son los representantes de las empresas petroleras y privatizadas. Entonces firman cosas que significan mantener lo que instaló Carlos Menem.
Además hay diputados, senadores y gobernadores que no entienden nada, el único que votó en contra de la ley que le dio los yacimientos a las provincias fue Giustiniani, los demás votaron a favor de ceder la riqueza de su pueblo a las ocho provincias que están sentadas sobre yacimientos que descubrieron todos los argentinos. Esto hay que terminarlo de una vez.
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