En un extenso escrito presentado ante la Justicia, el Ministerio de Energía y Minería de la República Argentina solicitó el rechazo a la acción de amparo iniciada por la Asociación Argentina de Abogados varios- 169 Ambientalistas de la Patagonia- por la construcción de las represas hidroeléctricas “Néstor Kirchner” (ex “Condor Cliff”) y “Jorge Cépernic” (ex “La Barrancosa”) sobre el Río Santa Cruz, en la provincia homónima.
En principal planteo esgrimido por el Poder Ejecutivo es que la acción de amparo interpuesta data del año 2014 y que desde entonces el proyecto de la obra fue modificado, por lo que corresponde declarar la improcedencia de la acción mencionada. En función de ello, el Ministerio afirma que dado que el proyecto fue readecuado y que “cambió sustancialmente”, las hipótesis y/o predicciones planteadas oportunamente por la actora en cuanto a sus efectos sobre el medio ambiente “nunca ocurrirán” (sic).
Además de lo anterior, el escrito afirma de manera temeraria que es “totalmente errónea” (sic) la afirmación de que la energía eólica sería una alternativa válida en sustitución de los proyectos en cuestión para generar una cantidad equivalente (o aún mayor) de energía en pos de evitar cualquier tipo de daño ambiental sobre el entorno glaciar y periglaciar del Parque Nacional Los Glaciares.
Para el Ministerio de Energía evaluar la opción eólica carece de “fundamento alguno” y su mero planteo resulta “improcedente” (!).
De modo que a través de la cartera energética, y en abierta contradicción con la manifiesta voluntad del mismo Poder Ejecutivo Nacional de apoyar y alentar el desarrollo de energías limpias, el Estado Nacional -en un absurdo jurídico sin precedentes- no sólo descarta la posibilidad de evaluar la alternativa eólica o hidro-eólica en reemplazo de las represas sin haber presentado para ello un solo argumento técnico en contrario sino que, además, asegura de manera irresponsable que el proyecto no supondrá afectación de ningún tipo sobre el medio ambiente cuando todavía no dispone de los estudios de Impacto Ambiental (EIA) que ordena la ley y que, una vez concluidos deberá remitir al Congreso de la Nación para ser presentados en audiencia pública.
La negación de lo que todavía se desconoce llega al ridículo de rechazar de plano acontecimientos e impactos ambientales que de manera perfectamente lógica podrían acaecer una vez concluido el emprendimiento por la magnitud de las obras en cuestión y por la elevadísima sensibilidad de los ecosistemas en juego.
En otras palabras, la ciudadanía debe saber que el Estado nacional, a través de uno de sus ministerios públicos, apoya y defiende la construcción de las represas sobre el Río Santa Cruz.
Así, sin siquiera esperar los resultados de los estudios ambientales en curso y adelantándose a cualquier conclusión posible, el Ministerio de Energía emite opiniones tajantes y niega:
§ “(…) que las obras cuestionadas afecten y/o pudieren afectar al Lago Argentino, a los glaciares Perito Moreno, Spegazzini y Upsala, y/o al Parque Nacional Los Glaciares”;
§ “(…) que dichas obras pudieren ocasionar un gravísimo daño al ambiente”, por ser esto “totalmente falso e infundado”.
§ “(…) que las energías eólica y solar fueren idóneas para suplantar a la energía hidroeléctrica, en las condiciones actuales”.
§ (…) que las hipótesis y conclusiones de los artículos, ensayos, trabajos y estudios acompañados por los amparistas “fueren valederas y científicamente correctas, en consideración al proyecto de las obras en cuestión».
§ Por último, y de manera poco creíble, la presentación de Energía desestima “que se estuviere anteponiendo “negocios” por encima del medio ambiente y la legislación aplicable”[1].
Pero lo que resulta aún más sorprendente, es que el PEN avale en su integridad el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), la audiencia pública y la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) llevadas adelante para el proyecto por la provincia de Santa Cruz, procesos que estuvieron viciados -desde su inicio- de todo tipo de irregularidades.
Empezando por el simple hecho de que el estudio de impacto ambiental (EIA) fue ejecutado a pedido de la misma unión transitoria de empresas (UTE) designada como contratista de las obras y pagado por ella a una consultora privada.
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O siguiendo por la anomalía flagrante de que la audiencia pública fue llevada a cabo a menos de 24 horas del recambio del Gobierno nacional en la pequeña ciudad de Comandante Luis Piedra Buena, ante poco más de dos centenares de asistentes, gran parte de las cuales eran empleados de la UTE “Represas Patagónicas”.
El actual Ministerio de Energía de la Nación a cargo del Ing. Juan José Aranguren, pondera en su rechazo al amparo que las dos presas sobre el Río Santa Cruz inyectarán al sistema Interconectado nacional 1.310 MW de potencia instalada lo que se traduciría en “un beneficio a todos los habitantes del país”.
Si se toma en cuenta que en un día normal de verano la demanda energética a nivel nacional supera los 24.000 MW de potencia instalada, concluimos que estas obras cuyos efectos sobre el sistema de glaciares del Parque Nacional Los Glaciares todavía se desconocen, apenas representarían un aporte de un 5,5% de energía adicional a un costo ambiental imposible de prever a futuro.
¿Vale la pena arriesgar tanto por tan poco?
De acuerdo con las afirmaciones del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, todo parecería indicar que sí.
La Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas de la Patagonia lamenta profundamente esta presentación del Estado Nacional. Presentación que demuestra a las claras que las represas sobre el Río Santa Cruz son un excelente negocio que despierta un inmediato afán de lucro en aquellos que sueñan con ser financistas, proveedores o contratistas del Estado Nacional y que anteponen frente a cualquier consideración de índole ambiental su propio interés particular.
Lamentamos aún más, la negación categórica a la posibilidad de evaluar y/o analizar la creación de un programa eólico que suplante en mejor forma las obras en cuestión, esto es, de manera económica, segura, generando fuentes de trabajo genuino para los argentinos y tomando al pie de la letra el principio de sustentabilidad ambiental, en concomitancia con las líneas y políticas de estado que aplican en el siglo XXI países desarrollados.
El actual Gobierno Nacional tiene ante sí la oportunidad histórica de que Santa Cruz y la Patagonia sean un primer hito en ese sentido, descartando opciones de generación que siendo viables han quedado obsoletas frente a otras de menor coste e impacto ambiental.
Nuestros nietos gozan del derecho inalienable a disfrutar de los avances y rupturas del Glaciar Perito Moreno, de sus bosques milenarios y de sus hermosísimos lagos y ríos glaciarios al igual que lo tuvieron nuestros ancestros. Al igual que lo hemos tenido y seguimos teniendo nosotros mismos.
No arriesguemos ni un palmo más de Naturaleza. Mañana podría ser tarde.
El ambiente primero.
Se debe insistir, para que la determinación tomada por el Ministro Aranguren, no sea viable y debemos apoyar a los Santacruceños y habitantes de la Patagonia Argentina, para que las obras no se lleven a cabo. Mi solidaridad con el grupo Asociación Argentina de Abogados para que continúen brindando batalla ante este atentado a la NATURALEZA
Me parece un desatino declarar argumentos tan contundentes sin la menor presentación de pruebas. Los argumentos de estos abogados ambientalistas son tan endebles e insostenibles que me parece que fueron muy mal asesorados. Todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, pero por favor, antes de emitirla que aprendan algo.
Uno de los aspectos para tener en cuenta es la complementariedad de las fuentes de energía.
Aquí la cuestión no es hidráulica o eólica, sino hidráulica y eólica.
También hay que tener en cuenta la intermitencia de la eólica y los problemas de estabilidad que puede provocar a la red.
EL TEMA ES QUE COMO ABOGADODOS CARECEN DE INCUMBENCIAS PROFESIONALES PARA DETERMINAR PLANTEMIENTO DE ESA INDOLE, YA QUE SOLO GRUPOS INTERDICIPLINARIOS PUEDEN EXPLICAR Y FUNDAMENTAR. CON LAS INCUMBENCIAS PROFESIONALES QUE LES ORTORGARON LAS FACULTADES CORRESPONDIENTES.
ATTE
ING EDUARDO SORACCO
COMISION DE POLITTCA ENERGETICA PLANEMIENTO Y MEDIO AMBIENTE
CONSEJO PROFESIONAL DE ARQUITECTURA E INGENIERIA DE MISIONES.
Me parece que se debería investigar técnicamente la implementación de un proyecto híbrido hidro -eólico,desde el punto de vista del impacto ambiental y la ventaja de la acumulación de energía hidráulica,lo que optimiza el rendimiento de la represa hidroeléctrica y facilita la incorporación de energía eléctrica a la red cuando no se requiere bombeo.El recurso eólico es muy bueno en ese sitio.Además no creo que las represas Condor Cliff y La Barrancosa sean prioritarias en el Inventario de Proyectos Hidroeléctrico Nacionales.
Lo de siempre. Hidroeléctrica…impacto ambiental…gran escándalo. Pero nunca una presentación relativa a otras fuentes de generación de energía. Siempre los mismos muñecos operando en diferentes ámbitos con distintos nombres. Y siempre contra las hidroeléctricas. Los he conocido y he tenido el infortunio de tener que brigar con ellos. Irracionales, soberbios, que nunca dan el brazo a torcer, aún cuando queda demostrado que sus pretendidos argumentos son en la mayoria de los casos, fogoneros de causas falsas sin importar las consecuencias. Lobbystas entorpecedores de todo lo que no sea de su interes. Habría que investigar quienes los sponsorizan.
Como dijo el comentarista Pepe…no se trata de «o» sino de «y», atendiendo además las particularidades de nuestro sistema eléctrico.
Ademas de ello, quisiera saber por qué no todas las fuentes de generación tienen las mismas exigencias en cuanto a los EIA. En otros lugares del mundo, parece que el concepto ambiental respecto a algunas fuentes tan promocionadas hoy en día en nuestro país, es bastante distinto al que se pregona por aqui. Favor consultar http://www.epaw.org, y verán lo que les digo. Por último, espero que algún día se levante la ridícula restricción de la Ley 21791, heredera de la también ridícula Ley 26190, respecto a la hidroelectricidad, siendo que los foros mundiales de referencia (ej. IRENA y otras) la consideran de caracter renovable sin importar la escala de producción.
Errata,,,Ley 27191
De paso dejo el enlace de IRENA (International Renewable Energy Agency): http://www.irena.org/home/index.aspx?PriMenuID=12&mnu=PriPriMenuID=12&mnu=Pri
Ante este comunicado pasional carente de racionalidad, le agregaría datos concretos, y si eso no convence, hay que ver la realidad disponible, y esto es ver una central térmica donde se quema combustible que es abastecido por camiones en buena parte del año.
También sugiero visitar la cuenca del Limay y sus aprovechamientos hidroelectricos.
Los embalses bien controlados cuidan el recurso agua, hacen mas eficiente su uso, preservan las costas de los ríos, y las poblaciones aledañas.
Seria bueno no necesitar energía, pero el desarrollo del hombre la requiere, y esta en todos hacer un uso racional de los recursos naturales, ponderando todas las posibilidades y siendo honestos intelectualmente.