La semana pasada, Ata Renewables realizó un webinar enfocado sobre la subasta a largo plazo de energías renovables que prepara el Gobierno de Colombia. La charla, moderada por Patricia Tatto, Directora para México y Centro América de la empresa, tuvo como participantes a Juan Carlos Moreno, Líder Comercial de Celsia; Adriana Turbay, Directora de Ingenostrum para Colombia; y Diego Mesa, Viceministro de Energía.
El funcionario de gobierno comentó que, por algunos contratiempos técnicos, la subasta se lanzaría en julio y se estaría adjudicando en octubre.
En lo que respecta a plazos de contratos, contó que están evaluando un margen de entre 12 a 15 años.
Turbay de Ingenostrum opinó que el plazo más adecuado para los oferentes es a 15 años, argumentando que esa modificación de 3 años sobre los 12 que se habían establecido en la primera versión de la subasta no trascendental para la demanda pero podría hacer una diferencia para los desarrolladores de proyectos.
Pero Mesa explicó que como las renovables se deprecian continuamente, la demanda prefiere que el plazo sea a 12 años. “No hemos tomado una definición final, estamos analizando algunos comentarios”, zanjó el Viceministro.
Un tema importante de la charla tuvo que ver con la posibilidad de que se obligue a la demanda a consumir entre un 8 y un 10 por ciento de energías renovables, tal como está establecido en el artículo 296 del Plan Nacional de Desarrollo. Ahora bien, ¿se reglamentará este aspecto antes de la licitación?
Para Turbay este escenario “ayudaría mucho” al proceso licitatorio, considerando la baja participación que tuvo la demanda en el fallido intento de principios de año.
Si bien Mesa no se definió al respecto, hizo un guiño importante: “Aunque sabemos que aún hay que reglamentar ese artículo (296) del Plan (Nacional de Desarrollo), la señal que vamos a dar es que las compras que se hagan en la subasta de este semestre van a contar para la obligatoriedad”. Es decir, tarde o temprano el punto se reglamentará y la demanda en su conjunto (regulados y no regulados) se deberá adecuar.
La opinión de Celsia
Por su parte, Juan Carlos Moreno de Celsia valoró el trabajo y las modificaciones que el Gobierno está instrumentando para que la demanda participe voluntariamente. “Hemos vistos que los cambios que se han hecho son muy positivos”, saludó.
En ese sentido, celebró el paso de un contrato de energía media anual a uno de franjas horarias intradiarias, punto valorado por buena parte de la demanda, ya que le quita riesgos.
“El mercado es lo suficientemente maduro y creemos que podemos participar con las reglas actuales”, enfatizó Moreno.
Sin embargo, puntualizó sobre un “reto” que tendrá la demanda y es el hecho de que los contratos estén indexados en un 60 por ciento respecto al dólar. “Esto quiere decir que hay un riesgo que se traslada al usuario final», advirtió.
Al respecto, el Viceministro de Energía reconoció que los comercializadores no están muy conformes con este punto, pero explicó que favorecerá a la oferta y que, indirectamente, repercutirá positivamente en la demanda. Porque facilitará la adquisición de financiamiento competitivo que redundará en precios más bajos de la energía.
Por otra parte, Celsia, como empresa integrada que es, también analiza presentar proyectos de energías limpias en la subasta. Moreno explicó que tienen planes de desarrollo por 330 MW eólicos y 250 MWp solares. “Se está estudiando cuáles son los mejores emprendimientos para aplicar en la subasta”, reveló.
Y destacó: “Es una excelente oportunidad para apalancar proyectos sostenibles y que podrían ofrecer precios realmente competitivos para nuestros clientes a largo plazo”.
Flexibilización de entrada
Con respecto a requisitos de pre calificación para los generadores, Mesa explicó una serie de cambios que se instrumentarán en el segundo intento de la subasta con respecto a lo que fue la primera versión:
Del mismo, modo, se llevarán modificaciones con respecto a los comercializadores:
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