¿Cuál es su balance del congreso Argentina Wind Power 2018?
El evento fue importante porque estamos entrando en un periodo con más actividad, mayor construcción y significa un aporte a la formación de la industria. Este es un espacio donde se juntan empresas, conectan empresarios y encuentran nuevas oportunidades de trabajo con productos o servicios. Para mí fue muy positivo, además porque transmitió confianza de que a futuro la industria eólica está en Argentina para quedarse.
¿Sorprendió que haya avanzado tan rápido Argentina?
Sí. Cuando yo arribé al país con planes de desarrollar proyectos eólicos escuché los planes de la Subsecretaría y otros frentes oficiales del Gobierno; y, la verdad es que, si bien les deseaba mucha suerte, me sentía un poco escéptico de que se pueda impulsar el sector en tan poco tiempo como ellos planteaban.
Muchas cosas se han hecho, como convocar a distintas rondas de licitaciones, reavivar los proyectos de la Resolución 202 y crear el MATER. Ahora, en los próximos dos años habrán nuevos desafíos, simplemente porque el volumen de construcción que tenemos en frente es enorme. Creo que el Gobierno está siendo prudente al no ir corriendo por una nueva licitación de gran escala.
¿Está de acuerdo en esperar para lanzar una nueva subasta para proyectos más grandes?
SÍ. Me parece muy prudente que el Subsecretario de Energías Renovables, Sebastian Kind, haya anunciado MiniRen ronda 3, que es para proyectos de menor porte que se incorporarán a líneas de mediana tensión. No solamente porque estamos a la espera de que líneas de alta tensión se construyan, sino también porque ya estamos con un buen volumen de proyectos grandes que están en construcción o algunos que todavía tienen que llegar al cierre financiero. Hay que asegurar además que en cada nueva licitación estén las condiciones para seguir mejorando. La macroeconomía del país no está en el mejor lugar posible pero yo creo que los proyectos que están en marcha no tienen ninguna razón para que se paren porque son proyectos que están blindados por los contratos de abastecimiento. Son proyectos a largo plazo que venderán electricidad en un país que la necesita.
¿Qué particularidades se destacan del mercado argentino frente a otros de la región?
Hay varias cosas. El régimen de vientos es muy bueno, y en muchos lugares del país hay infraestructura en excelentes condiciones, lugares donde además se cuenta con un buen marco de población calificado técnicamente. Por otro lado, ser un mercado nuevo considero que no es una debilidad. Si Argentina lo hubiera hecho hace 10 años atrás creo que hubiera sido un inconveniente sencillamente porque los precios de energía eólica en el mundo eran mucho más altos y en la mayoría de los países eran subsidiados por el Gobierno, lo cual significaba que cualquier recesión económica que se produjera podía generar una presión política para revisar esos subsidios y contratos, lo hemos visto en muchos países del llamado “primer mundo” y en los mercados emergentes, por lo que nadie estaba exento de esos problemas.
El hecho de que Argentina esté haciendo proyectos básicamente sin subsidios y a precios competitivos internacionalmente le da gran fortaleza. No habría motivos para dar prioridades a proyectos de otra fuente cuando los proyectos eólicos son más económicos y competitivos del mercado.
¿Cómo se explica que los precios sigan bajando en cada nueva licitación?
La caída sostenida de los precios en eólica es impresionante. Está siendo sostenida a través de más de una década, se está produciendo en una forma bastante veloz y es en función de la experiencia e inversiones en la industria. Fundamentalmente se explica con mayores turbinas con mayores palas que permiten mayor captura de energía.
¿Se debe principalmente a la mayor escala tecnológica?
Principalmente sí. La turbina ha ido de 450 kW a 800 kW y a un tamaño promedio ahora en el mercado de 4,2 MW. El tamaño de la pala es lo fundamental aquí y también cambios en la eficiencia de la turbina, con mejores sensores, y con factores de capacidad que han ido mejorando constantemente en todos los mercados, como así también una mejor operación y mantenimiento.
Hay una consolidación que no podemos olvidar. Un número no tan grande de empresas están produciendo a gran escala con una cadena de suministro global y marcan una alta diferencia. Eso no quiere decir que no se pueda producir a nivel local, pero se tiende a producir aprovechando el suministro global.
Cada país tiene sus propias particularidades…¿cómo es el empresario argentino?
La agilidad es una característica en Argentina. La economía en este país ha tenido turbulencias históricamente y yo creo que eso ha enseñado al empresariado a ser bastante ágil al momento de hacer las inversiones cuando la economía está creciendo y hacerlo de una forma que le da bastante flexibilidad.
Es verdad que el empresario aquí está bastante globalizado y altamente educado con las diferentes economías. Lo que sí me gustaría ver aquí es una constancia de formación de capital fijo, de capital productivo, que es una debilidad del país en comparación con otros. Esto aún creo que no se dio en función de la inestabilidad de la macroeconomía.
¿Cómo evalúa la gestión del Gobierno?
Se hizo un buen trabajo estos años desde el Ministerio de Energía. Con la Subsecretaría dirigida por Sebastian Kind creo que se ha diseñado un esquema regulatorio ejemplar en lo que es renovables. En ese sentido, creo que las subastas y otras actividades que se han impulsado han sido exitosas y considero que los contratos están bien diseñados de modo que fomentaron la formación de un mercado sólido, y mucha gente invirtió en contexto de nuevo gobierno y con una situación macroeconómica no tan ideal.
En lo que son prioridades, como nueva infraestructura eléctrica y próximas subastas, el Gobierno tiene desafíos por sortear. Sé que ésta gestión se está tomando muy en serio el diseño del esquema PPP y la expansión del sistema eléctrico.
Finalmente, en su gestión de la GWEC ¿Cuáles son las prioridades?
Lo que queremos hacer es fortalecer las industrias locales y crear buenas condiciones para el crecimiento de la eólica. Nosotros estamos para apoyar al empresario en el mercado local y compartir nuestra experiencia internacional, las buenas prácticas y regulaciones que se están aplicando en otros mercados. No estamos para decir cómo hacer las cosas, sí estamos para aportar el know-how eólico de diferentes partes del mundo de un modo neutral.
En Argentina también es fundamental que los estudiantes y personas jóvenes se conecten con la generación renovable, con la eólica, y esperamos allí jugar un rol. Me gustaría que GWEC inspire a nuevos empresarios a entrar en la industria.
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