La inserción de las energías renovables y el hidrógeno verde en la matriz energética presente y futura de Argentina sigue siendo un tema de debate entre los actores del sector. Y al igual que en otras oportunidades, se señaló a la mejora de la infraestructura eléctrica como uno de los principales desafíos a afrontar.
Claudio Cunha, Country Manager de ENEL Argentina, participó de una charla sobre la transición energética y aseguró que, para soportar el crecimiento de la demanda de electricidad, “se necesitará poner tecnología en la red y equipamiento que permita operarla de forma más ágil”.
“Debemos brindar más robustez a la red (desde las líneas de transmisión) para acompañar el incremento de la producción de energía renovable y reforzar las ya existentes. Además, la creación de nuevos vectores energéticos como el hidrógeno verde es algo que necesita desarrollarse más para consolidarse, pero es un camino que seguirá avanzando. Pero para que eso ocurra, las redes deben ser robustas”, manifestó.
Es preciso recordar que, actualmente no hay demasiada capacidad de transporte disponible para emprendimientos renovables, debido a que no se realizaron obras de esta índole así como también que existen contratos truncados del Programa RenovAr que ocupan potencia contratada del sistema.
Temas por los que el gobierno ya se avanzó a partir de la Resolución SE 1260/2021 y la convocatoria para presentar manifestaciones de interés (MDI) para desarrollar “integralmente” proyectos de infraestructura que permitan incorporar más renovables en diversos puntos de la red del Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
Por otro lado, el Country Manager de ENEL Argentina reconoció que la generación distribuida es otra gran alternativa para aportar a la diversificación de toda la matriz, pese a que hoy en día el país no tiene tanta cantidad de usuarios-generadores o potencia instalada como estaba previsto en el Plan Nacional de Energía y de Cambio Climático de 2017 (se esperaban 14.563 a fin del 2021 y momentáneamente hay 827 U/G que suman 12.060 kW).
Es por ello que afirmó que todas las opciones “son vectores y potenciales que se deben seguir desarrollando para permitir que Argentina dé su contribución en el proceso de descarbonización mundial y, principalmente, para viabilizar que los productos nacionales sigan siendo exportados”.
¿Qué podría pasar si eso no ocurre? Teniendo en cuenta que cada vez se mira con detenimiento que los procesos sean sustentables y amigables con el medio ambiente, Claudio Cunha sostuvo que “el mundo, y Europa en particular, va en camino a colocar tasas arancelarias a países que no se suman”.
“El mundo financiero paga más barato y más volúmenes a proyectos que sean más sustentables. Y si nosotros como país, que tenemos una gran dificultad de acceder a capitales, no apuntamos a eso, cada vez perderemos más competitividad a nivel global”, concluyó.
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