El pasado viernes, el Ministerio de Energía y Minería de la Nación subió casi 3 puntos el nivel de las alícuotas de Derechos de Exportación con respecto al pasado mes de febrero. Ahora las embarcaciones de biodiesel que se exporten gravarán un 6,4 por ciento.
Al respecto, desde la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) continúan con un viejo reclamo a las autoridades nacionales: que las alícuotas dejen de modificarse mensualmente y lo hagan en períodos más extendidos en consonancia con los despachos al exterior.
En diálogo con energiaestrategica.com, Víctor Castro, Director Ejecutivo de CARBIO, explica: “Se le hace sumamente difícil a la industria operar con la actual dinámica de la exportación, porque normalmente todos los contratos de exportación son a plazos, donde el comprador se asegura un precio de compra y el vendedor puede tomar posición a su vez con el costo de los insumos principales. De ese modo, uno puede programar una entrega pautada a 3, 4 o 6 meses a determinados precios”.
Para graficar la situación, Castro da el ejemplo del mes de diciembre, donde el gravamen para exportar estaba fijado en 0 y tres meses después trepó a 6,4 por ciento, afectando así la rentabilidad especulada del productor en la venta programada al mediano plazo.
“Con este sistema estamos en una suerte de lotería que no tiene que ver con la esencia del negocio”, dispara el miembro de CARBIO. No obstante, destaca que este tema “está siendo atendido y entendido por las actuales autoridades”.
“Nosotros entendemos que la transición de la (ex) Secretaría a Ministerio de Energía, y hasta que se asienten muchos pedidos de los que quedaron pendientes, se están demorando implementaciones necesarias para corregir el presente de la industria, por lo que confiamos que a futuro las reglas de juego sean favorables”, enfatiza.
La CARBIO estuvo manteniendo no sólo reuniones con funcionarios del Ministerio de Energía y Minería sino del Ministerio de Agroindustria. “Estamos notando un mayor compromiso en tratar este tema, notamos que hay nuevas áreas específicas para los biocombustibles y encontramos ecos de lo que planteamos en las audiencias”, resalta Castro.
Producir agrocombustibles es un crimen contra la humanidad y la naturaleza. El stado no tiene que incentivar la actividad sino todo lo contrario.
El estado no tiene que incentivar la actividad sino todo lo contrario. Producir agrocombustibles es un crimen contra la humanidad y la naturaleza.