Diplomáticos de casi 200 países reunidos en Katowice (Polonia) cerraron una negociación este sábado sobre un conjunto detallado de normas para la aplicación del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
El pacto, cerrado tras una larga noche de diálogos, exigirá que cada país participante siga un mismo estándar para medir las emisiones de gases de efecto invernadero y hacer seguimiento a sus políticas relacionadas con el clima.
Su establecimiento busca garantizar el cumplimiento del objetivo fijado en el Acuerdo de París de 2015 de limitar el aumento de las temperaturas globales a menos de 2℃.
«Poner a funcionar el programa de trabajo del Acuerdo de París es una gran responsabilidad. Ha sido un largo camino. Hicimos nuestro mejor esfuerzo por no dejar a nadie atrás», señaló el presidente de la cumbre, Michal Kurtyka.
Según el diario MDZol, el texto acordado incluye un llamamiento a los estados para que refuercen sus planes para reducir emisiones de gases de efecto invernadero antes de la próxima ronda de negociaciones, prevista para 2020.
También pide a los países desarrollados que indiquen cuál es el tipo de ayuda que piensan ofrecer a los países más pobres para que estén más preparados para hacer frente a los desastres naturales y para disponer de mayores fuentes de energía limpia.
Algunos de los asistentes al encuentro manifestaron su frustración por considerar que lo que se acordó es poco, si se toma en consideración que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando y que hay millones de personas en el mundo expuestas a los riesgos relacionados con la creciente crisis climática.
Sin embargo, otros fueron más optimistas al señalar que se están sentando unas bases sobre las cuales se puede seguir construyendo.
«Dado el contexto geopolítico general, este es un resultado bastante sólido. Nos ofrece lo que necesitamos para hacer despegar el Acuerdo de París», dijo Elliot Diringer, vicepresidente ejecutivo del Centro para el Clima y las Soluciones Energéticas, al diario The New York Times.
¿El regreso de Estados Unidos?
Entre los 196 estados que participaron en las negociaciones, uno de los más activos fue Estados Unidos, que acudió al encuentro pese a que en 2016 el presidente Donald Trump anunció su decisión de retirarse del Acuerdo de París.
La participación estadounidense fue posible debido a que formalmente el país no puede abandonar ese pacto hasta finales del año 2020.
En cualquier caso, la participación de Estados Unidos parece haber ido mucho más allá de lo que se espera de un país que no tiene interés en el acuerdo.
Según reseñó The New York Times, la delegación estadounidense estuvo trabajando de forma constructiva con China tras bambalinas sobre las reglas de transparencia, un tema que los había mantenido enfrentados pues mientras Pekín quería unas normas distintas para los países en desarrollo, Washington quería que todos los estados tuvieran que cumplir con las mismas reglas.
Y eso fue lo acordado.
«El elemento clave fue tener un buen sistema de transparencia porque permite construir confianza entre los países y porque podemos medir lo que se está haciendo y es suficientemente preciso», comentó Laurence Tubiana, una de las constructoras del Acuerdo de París, a la BBC.
Tubiana dijo que países como Rusia, que se han negado a ratificar el Acuerdo de París con el argumento de que no tenían certeza sobre las reglas para su aplicación, ya no pueden usar esa justificación.
«Eso me alegra. Nadie puede decir que no es claro, que no saben qué hacer o que no es cierto. Es muy claro», agregó.
Ese incremento en la transparencia también responde a una demanda clave de Estados Unidos, que quería unas mismas reglas de juego para todos los países.
Esto -y el hecho de que los enviados de Washington hayan validado el nuevo pacto- creó expectativas entre algunos activistas sobre la posibilidad de que la Casa Blanca revierta su decisión o, en última instancia, de que un futuro presidente decida volver al Acuerdo de París.
No sería una decisión cualquiera, considerando que se trata del segundo país que emite más gases de efecto invernadero en el mundo.
Para los ecologistas, el acuerdo sabe a poco
“Los líderes mundiales presentes en Katowice han logrado avances importantes pero, aun así, lo que hemos visto en Polonia revela una falta de comprensión fundamental por parte de algunos países de la crisis actual” que vive el planeta, dijo el portavoz de cambio climático del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Manuel Pulgar.
“Afortunadamente, el Acuerdo de París está demostrando ser resistente a las tormentas de la geopolítica global, por lo que ahora necesitamos que todos los países se comprometan a aumentar la ambición climática antes de 2020, porque el futuro de todos está en juego”, añadió.
Según publicó la cadena EFEVerde, para Greenpeace, el acuerdo de Katowice sabe a poco “ante la necesidad de una acción más ambiciosa y urgente, especialmente después de las evidencias claras que han llegado desde la comunidad científica”.
La organización ecologista cuestiona la “falta de liderazgo de la presidencia polaca (de la cumbre)”, ya que la negociación tuvo que ser finalmente “salvada” por los negociadores de Naciones Unidas.
Para SEO/BirdLife, la irresponsabilidad de cuatro países petroleros frenó la esperanza climática mundial en Katowice.
“El resultado final marca un avance demasiado tímido que no está a la altura de la urgencia, y en muchos casos emergencia, climática que ya asola el planeta”.
Los 1,5 grados, lejos
No obstante, según esta organización, se han despejado dudas clave en la aplicación del Acuerdo de París, con la aprobación de capítulos imprescindibles de su reglamento o “libro de reglas”.
Uno de los puntos negativos para SEO es “la influencia funesta de los países petroleros al intentar reducir la ambición y la urgencia en los compromisos y la influencia del informe especial del IPCC sobre cambio climático y 1,5 grados“.
Desde Equo, el eurodiputado español Florent Marcellesi, opinó que “esta cumbre climática es una gran decepción. Las decisiones y la acción climática de los gobiernos están cada vez más alejados de las demandas ciudadanas y los análisis científicos”.
Lea también: «Costa Rica y los Países Bajos copresidirán la Asociación de CDN en 2019 y 2020»
En su cuenta de Twitter, Juan López de Uralde (Equo) afirma que la cumbre terminó sin avances significativos en la ambición para luchar contra el cambioclimático a pesar de las advertencias científicas y ecologistas: “no hay motivo para la satisfacción. Avances técnicos no son suficientes. Necesitamos más voluntad política”.
La coalición Justicia Climática recordó las palabras de la adolescente sueca de 15 años Greta Thunberg, quien durante esta COP24 habló ante delegados y afirmó que “los sufrimientos de muchos van a pagar los lujos de unos pocos”, y lamentó que este mensaje sirve para resumir los resultados obtenidos.
El coordinador de Energía Limpia del Movimiento Ciudadano contra el Cambio Climático, Antonio Zambrano, dijo que en Katowice los intereses de los países ricos, “que han desoído sus obligaciones morales y legales, harán que los países pobres corran solos con los efectos del cambio climático”.
EEUU y Brasil, entre las críticas
Estados Unidos recibe las principales críticas, ya que ha sido durante esta cumbre el más escéptico ante los resultados del Informe Científico del Comité de expertos de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés) y, según estas organizaciones, ha intentado en todo momento que los países en desarrollo asuman la misma responsabilidad que los más desarrollados.
Brasil también ha merecido las críticas de los colectivos ecologistas, ya que su postura negativa a modificar la regulación del mercado de carbono fue uno de los principales escollos que demoraron llegar a un acuerdo en Polonia.
“Brasil ha promovido permitir que los especuladores se beneficien de sus bosques a través de los bonos de carbono”, lamentó el director de War on Want, Asad Rehman, quien subrayó que “pese a que el comercio de carbono es una política fallida, Brasil sigue promoviéndolo” en “una copia a las políticas de Donald Trump”, el presidente estadounidense.
Sería interesante conocer cuánto de las emisiones Chinas proviene de la fabricación de productos que son consumidos en países desarrollados, principalmente EE.UU. Este dato sacaría a la luz la doble responsabilidad que tienen los países desarrollados y los efectos que genera su consumismo desenfrenado.