A partir del pasado viernes 7 se desencadenaron fuertes y constantes precipitaciones en la provincia de Buenos Aires que dejó como saldo, según el propio gobernador Daniel Scioli, 2 mil evacuados, 4 mil autoevacuados y 10 mil afectados en el norte y noroeste bonaerense.
El funcionario y candidato a presidente, luego de suspender su estadía en Italia, donde habría arribado por razones de salud, y de recibir duras críticas mediáticas por encontrarse en Europa mientras miles de vecinos eran afectados por las inundaciones, dio una conferencia de prensa el pasado jueves 13, apenas pisó territorio argentino.
Allí manifestó su apoyo a los afectados, criticó a aquellos que utilizan este escenario para hacer campaña política y sostuvo que “el adversario es el cambio climático”. Sobre esta afirmación, Tamara Ontivero, ingeniera química con master en ‘Ciencias de la Ingeniería – Mención Ambiente’ y miembro de INADES, asociación desarrolladora de estudios ambientales y desarrollo sustentable, dice estar de acuerdo, aunque aclara que no es el único factor que desató las inundaciones.
En diálogo con energiaestrategica.com, la especialista considera que las extraordinarias precipitaciones que se han dado en los últimos años en provincia de Buenos Aires, como la que sucedió en el 2013 en La Plata, donde hubieron miles de evacuados y cerca de 80 muertos, son producto del cambio climático que provoca que “en algunos días llueva lo que antes caía en uno o dos meses”, situación que desborda las capacidades de las obras hídricas.
“Cualquiera se da cuenta que el cambio ambiental no es un cuento; lo sufrimos todos los años. Las estaciones se acotan y hay días extremadamente calurosos en verano y de mucho frío en invierno”, indica la profesional. No obstante, aclara que ni en la totalidad del territorio bonaerense se han hecho las obras pertinentes, ya que hubo puntos que se han inundado con facilidad, y ni el único factor es el cambio climático, más allá que sea el protagonista de la escena.
Asevera que otras condiciones agravan la problemática, como las bases de infraestructuras y asentamiento de poblaciones en zonas bajas producto de las masivas migraciones, característica no sólo de la provincia de Buenos Aires, sino también de Córdoba y Santa Fe, allí donde se concentran grandes urbes.
Ontivero asegura que una de las medidas a tomar para hacerle frente a las inundaciones son políticas de trabajo en forma interdisciplinarias, “convocando profesionales en ambiente, en cuestiones geológicas y articulándolos a nivel provincial y municipal para poder ayudar y aportar en cada caso”.
Cuenta que con respecto a países vecinos, Argentina en general, independientemente de las políticas de cada provincia, está muy atrasada en políticas medioambientales y será necesario tomar recaudos en esta problemática que se hace presente no sólo en nuestro país sino en el mundo.
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