Black and Veatch abre las puertas a más proyectos renovables y de hidrógeno verde en Latinoamérica

Desde la compañía con más de 460 GW de experiencia en el sector energético, analizaron los retos y oportunidades de la región y explicaron qué criterios consideran en el desarrollo de las diversas tecnologías y estrategias de negocio.


Black and Veatch, la firma estadounidense con una vasta experiencia de más 469 GW en proyectos de generación de energía convencional y renovable a lo largo del mundo, abre las puertas a nuevos negocios en Latinoamérica. 

La compañía con más de tres décadas en LATAM decidió ampliar el mercado hacia el rubro energético en la región durante el 2022 y hoy en día cuentan con más de 49 GW en proyectos solares y 56 GW en eólicos, contemplando desde la ingeniería, consultoría técnica, diseño detallado, participación en estudios y permisos, hasta la propia adquisición y construcción de centrales (EPC).

Asimismo, cuentan con sucursales en Perú, México y Chile, a la par que prevé armar una nueva entidad en Uruguay y Colombia, países en los que la empresa analiza posibilidades en diversas fuentes de generación renovable, almacenamiento e hidrógeno. 

“Evaluamos en cada caso el tipo de proyecto. Desarrollamos ciertas estrategias o acomodamos el modelo para el tipo de negocio en general, como por ejemplo haciendo la ingeniería o ayudando a construir los mismos”, afirmó Ángela Castillo, directora de desarrollo de negocios de Black and Veatch, en conversación exclusiva con Energía Estratégica

Y dentro de las oportunidades que se vislumbran, se destacan el desarrollo de centrales con baterías para el corto plazo y la rentabilidad y tangibilidad de los emprendimientos de hidrógeno hacia el mediano plazo, una vez que baje el costo de los electrolizadores y, por ende, el LCOE y LCOH. 

“Latinoamérica tiene todo el potencial para vender o exportar H2V al mercado europeo o Japón. Pero lo más importante es que exista un marco regulatorio establecido en cada país y reglas claras para operar ese tipo de proyectos, lo que seguirá atrayendo la inversión extranjera”, sostuvo Castillo.

“También debe existir una mirada común en la región para el H2 y exportar un producto final estándar en todos los mercados, que tenga certificación de que es verde bajo la misma metodología”, agregó. 

Cabe recordar que la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) recientemente aportó nuevas recomendaciones para desarrollar la certificación del hidrógeno verde, dado que reconoció que “ninguno de los sistemas existentes es adecuado para el comercio transfronterizo» y remarcó la importancia de trabajar en estrategias y estándares comunes para que se explote el potencial de la región en el H2V.

Situación en la que Chile y Brasil estarían mejor posicionados, dado que cuentan con mejores condiciones, desarrollos a futuro e incluso ya lograron las primeras certificaciones y producción de moléculas de H2V, pero que habría otros países con una gran oportunidad y que la mirada deberá estar puesta a mediano y largo plazo.

De todos modos, eso no es el único desafío que remarcó la directora de desarrollo de negocios de Black and Veatch, sino que también la necesidad de planificar y expandir el sistema de transporte y contar con líneas de transmisión de mayor capacidad. 

“Ello sin duda mejoraría los precios y la competitividad de las energías renovables. Creemos fuertemente en los proyectos en Latinoamérica, que se seguirán desarrollando y que tiene mucho potencial para ello y hay mercado de sobra”, concluyó Ángela Castillo. 

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