Lo asegura Julio Menéndez, gerente y coordinador del Comité de Biomasa y biogás de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER). Según el experto, más allá de las grandes potencialidades que presenta nuestro país, “la determinación de cuánto se puede usar de biomasa tiene que ser una ecuación lógica desde los aspectos económicos, financieros, logísticos y factible en cuanto a las técnicas y las posibilidades de distribución de energía eléctrica en cada punto”.
Si de condiciones hablamos, Argentina posee recursos biomásicos capacesde abastecer teóricamente la totalidad de su matriz energética. A saber, con biomasa podemos generar biogás, cuando esta se presenta en estado líquido o semi-líquido, como es el caso de los efluentes, y también energía eléctrica y/o térmica cuando aprovechamos aquella que es sólida en combustión directa.
Vale destacar que el biogás puede reemplazar o complementar al gas natural, ya que con éste es posible generar energía eléctrica, inyectarlo en tubos de GNC para el uso vehicular, emplearlo para la industria, o cocinar alimentos, entre otras utilidades. Inclusive el biogás, a través del proceso de purificación, puede transportarse por las mismas redes gasíferas ya instaladas por donde se dirige el gas natural.
Sin embargo, según Julio Menéndez, gerente y coordinador del Comité de Biomasa y biogás de la CADER, “los recursos condicionan pero no determinan”, un claro caso de lo que sucede en Argentina. “La determinación de cuánto se puede usar de biomasa tiene que ser una ecuación lógica desde los aspectos económicos, financieros, logísticos, sociales, ambientales y factibles en cuanto a las técnicas y las posibilidades de distribución de energía eléctrica en cada punto”, aclara.
Detalla que en nuestro país existen distintas posibilidades de aprovechamiento de la biomasa , las que se diferencian por las disímiles ecoregiones que presenta. “En cada una de esas zonas hay distintos cultivos que han prosperado o pueden prosperar”, amplía. Pero a la capacidad de producción o generación de residuos y subproductos, hay que contrastarla con el sitio de consumo donde podríamos aprovechar esa energía.
“Debemos armar trajes a medida de acuerdo a oferta y demanda; y de acuerdo a los lugares donde tenemos la posibilidad de inyección a las redes, ver cuál es la mejor fuente de biomasa para su aprovechamiento” como la alternativa más apropiada para cada caso particular, resume el directivo.
En ese sentido, ejemplifica: “En el NEA y NOA, la zona de la caña de azúcar, ya tiene un desarrollo porque se han montado industrias asociadas que permiten el aprovechamiento biomásico a partir de residuos, efluentes y subproductos”.
Por otra parte, hace hincapié sobre la importancia de una correcta planificación para inversiones vinculadas. Destaca el proyecto denominado PROBIOMASA que desde la FAO, en conjunto con el Ministerio de Agricultura y el de Planificación, están llevando a cabo y distinguen las potencialidades de cada zona geográfica argentina.
No obstante, Menéndez observa que ese tipo de datos sirven como registros necesarios para incentivar proyectos ligados al aprovechamiento de la biomasa aunque la actualización debe ser constante porque la generación y aprovechamiento del recurso es dinámica.
En cuanto al desarrollo de las diferentes tecnologías y el precio establecido por MWh, es de público conocimiento que las tarifas y el financiamiento deben ser apropiados para que este tipo de proyectos prosperen, Con respecto a los costos de generación actuales y la competitividad de las diferentes energías renovables, la CADER está elaborando un reporte ejecutivo que seguramente tendrá amplia difusión en el próximo mes.
Muy buenos los conceptos directrices vertidos por Julio Menendez. Estoy totalmente de acuerdo.
Aunque sugiera una idea de generar una alternativa a la del gas convencional, no lo veo como ecológica, más bien es extractiva. La masa vegetal residual debería devolvérsela al suelo como abono natural. El suelo no un bien inagotable, salvo que se lo mantenga y potencie con prácticas conservacionistas, ecológicas
Aclaración: es el gas Metano (CH4) contenido en el biogás, el que puede complementar o llegar a reemplazar al gas natural (constituido por un 85 – 97 % de Metano).
El biogás puede contener de un 55 a un 75 % de Metano.
Lamentablemente no existe hasta el momento en Argentina una regulación legislativa que permita y fomente el introducir el gas Metano originario del biogás en la red nacional de gas natural de alta presión.
Estimado Aldo, Gracias por tu observación. Justamente una de las grandes ventajas del sistema es que genera circuitos virtuosos de los nutrientes y del carbono del suelo, en las zonas en las que se desarrollan estos proyectos. El biofertilizante que se obtiene del proceso regresa al campo donde se genera la biomasa y cierra el circuito, Se evita la extracción/exportación de nutrientes y también se evita la importación de los mismos con todos los costos e impacto que esto representa. Buena oportunidad para ampliar el tema y quedo a vuestra disposición.
Tambien conviene recordar que es posible reciclar a bajo costo aserrin, viruta , cascara de arroz, biomasa residual, etc, por ultracompactacion (briqueteado). Las briquetas de aserrin hechas por extrusion entregan 4500-5000 kCal/kg (mitad del gas licuado) y ademas son carbonizables. Fabricar Carbon activado es una de sus derivaciones valiosas.
Julio, que opinión le merece el uso de residuos urbanos para la generación de energía eléctrica y térmica a la usanza de Oslo en Noruega?…Considera que puede ser una opción para el tratamiento de la basura, la generación de empleo y la generación energética?…Qué debería cambiar para que esta modalidad tome más auge en el país?
Si tan solo habláramos de biodigestar biomasa húmeda, residuos de la industria alimenticia, y la fracción orgánica de los RSU, no solo podríamos tener una magnífica producción de biogás y sus subproductos, sino que estaríamos solucionando graves problemas ambientales.
Respondiendo a Guillermo Federico Franke, estoy de acuerdo que el tratamiento de los RSU o FORSU para la generación energética es el camino si se desarrolla con los procesos y tecnologías apropiadas para cada caso y escala. Siempre tener en cuenta, para los sistemas actualmente difundidos, que es importante controlar las emisiones del sistema implementado y usar la tecnología apropiada. Afortunadamente, contamos con la experiencia y avances de muchos países en la materia.