México es un mercado que está camino a su completa maduración. Si bien aún requiere de subastas para acompañar al sector renovable en la transición energética hacia una matriz más limpia, su eficacia se ha visto comprobada por las primeras tres convocatorias que se realizaron en los últimos años; las cuales no sólo arrojaron precios alentadores para la tecnología a nivel mundial, sino que además demostraron que una gran mayoría de los proyectos que fueron adjudicados ya pudieron ser ejecutados.
En conversación con Energía Estratégica LATAM, dos referentes internacionales del rubro solar compartieron su análisis de la situación actual que atraviesa el sector en México tras la cancelación de la cuarta subasta.
“Todo el mercado está a la expectativa de qué decidirá el Gobierno mexicano finalmente. Todos tenemos trabajo en 2019 evidentemente porque este se generó en los años anteriores, pero lo que se ha paralizado son las inversiones nuevas”, indicó Raquel Igualá, directora para LATAM de la División Solar de Power Electronics.
Acompañando aquella idea, Antonio Robredo Arana, gerente de desarrollo de negocios de Axial structural solutions, consideró que como proveedores de solar fotovoltaica, ahora están en un “momento dulce”, con 200 MW en construcción en su caso, y con perspectivas muy altas para los próximos meses. No obstante, surgen interrogantes a la hora de pensar negocios a partir de 2021.
La incertidumbre asciende tras la cancelación de la ultima subasta y al conocerse que, entre las prioridades del nuevo Gobierno, México se propone volver a generar energía a través de su empresa estatal y no comprar a privados. Puntualmente, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, afirmó que invertirá en las centrales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para modernizar la infraestructura de aquellas que estén operativas y rehabilitar otras que fueron cerradas.
“Esto es un jarro de agua fría para las renovables. Los precios alcanzados por la subastas resultaron muy rentables en este mercado y la energía renovable en México es necesaria. No tiene mucho sentido haber cancelado la cuarta subasta porque fue una convocatoria muy transparente”, afirmó Raquel Igualá.
Aquel comentario hace referencia a las declaraciones del presidente mexicano a la hora de atribuir hechos de corrupción en las adjudicaciones pasadas, indicar “conflictos de interés con empresas participantes” y realizar otros dichos polémicos para el sector, como que “Se está subsidiando a las empresas particulares, y esto no sucede en ninguna parte del mundo. Una cosa es comprarles la energía, y otra es que, además de comprarles la energía a precio de mercado, se les dé un subsidio. Eso no. Eso se va a terminar”, dijo López Obrador.
Frente a ello la empresaria amplió su lectura considerando que “la subasta no es precisamente un mecanismo que deje lugar a espacios oscuros. Todo el proceso se hace público, todos los que participan en ella tienen que presentar una serie de documentos y avales que certifican también su transparencia como empresas. Puede que acusar de corrupción sea su discurso para todo, pero no tiene ningún sentido si no lo puedes demostrar”.
“Incluso, el CENACE y la CFE hacen estudios previos a las empresas que se presentan a las subasta, es decir que sin haber adjudicado ningún proyecto ya están cobrando a los privados y a unos precios altos. Así que, realmente si hay un beneficiado aquí es la administración pública, por todos los trámites para conseguir las licencias necesarias para poder llevar a cabo este tipo de proyectos. No hay ningún tipo de subvención. Las empresas están desembolsando de su propio bolsillo y por adelantado, para poder cumplir con los requisitos de presentarse a esta subasta”, detalló Igualá.
Cierto es que las empresas que han participado invirtieron en el país ya desde los estudios previos que se exigen realizar. A aquello se debe sumar el dinero que destinan contratando a otras empresas mexicanas y también al incorporar recursos locales. Aunque en muchos casos los epecistas de estas plantas son extranjeros, el numero de empleados mexicanos contratados es muy elevado.
“En nuestra delegación en México, excepto una persona que es extranjera, en fotovoltaica tenemos 30 ingenieros mexicanos contratados en todo el país, a los cuales hemos formado y a los cuales les estamos pagando un sueldo. Por tanto, el sector privado renovable enriquece al país, genera empleo cualificado y da oportunidades de crecer en tecnología y conocimiento”, precisó la empresaria.
En sintonía con aquello, el gerente de desarrollo de negocios de Axial destacó el valor añadido que aportan empresas extranjeras a México a la vez que resaltó el éxito que significaron los precios de fotovoltaica para el sector energético mundial.
“Es necesario destacar el know-how y la estabilidad en el mix energético que trajeron a México empresas extranjeras, así también como los sorpresivos precios que lograron. En las anteriores subastas se batieron unos récords de costes que es una pena que se deje escapar una nueva oportunidad. Hoy día, México se podría convertir en un líder mundial en fotovoltaico. Yo guardo la esperanza de que sea una rabieta inicial del presidente, que quizo iniciar el mandato tocando todos los sectores, pero que ahora regule y dé rienda a una nueva subasta a final de año o comienzos del año que viene”, expresó Antonio Robredo Arana.
Entre las alternativas que se barajan, incluso una subasta a corto plazo podría ser aquella que mantenga en pie al sector en los próximos años. Esta, de acuerdo a los empresarios consultados, guardaría otras particularidades en el planteamiento financiero al que los proyectos renovables podrían adecuarse.
“Que una próxima convocatoria pueda ser a corto plazo no creo que implique que no sea interesante para presentar proyectos. Es un tipo de planteamiento de números diferente, otro modelo financiero, pero que a las empresas también interesa”, consideró Raquel Igualá.
Incluso, algunas de las empresas que se estaban presentando a la cuarta subasta ya habían avanzado con un esquema que incluía un mix financiero a Pool o PPA.
“El problema ahora es dar estabilidad y confiabilidad al país para que se produzcan inversiones. De no haber inversiones pues, pasa lo mismo que ahora ocurre en Argentina, muchos proyectos no salen adelante”, advirtió la referente de Power Electronics. A lo que agregó: “la Reforma del sector eléctrico mexicano pretende separar el Gobierno de la generación de energía y hacia donde está yendo en estos momentos el nuevo presidente es a romper ese tipo de cambio que se ha hecho con mucho tiempo y que ha costado”.
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